El Papa con Irlanda

A lo largo de los artículos de mi blog he manifestado mis dudas sobre la religión, la última hace pocos días, y sobre Dios. Más sobre la primera que sobre el segundo o, al menos, de diferente naturaleza.
Y estas dudas se condensan en la diferencia filosófica, lógica y de comportamiento entre lo que hacen los vicarios de Cristo en la tierra, no solo los papas sino toda su iglesia, y lo que parece extraerse de la lectura sencilla de su mensaje. Es entendido que la Iglesia es una organización humana, todas lo son, con sus problemas, sus ataduras y sus conveniencias. También terriblemente vinculada al tiempo y a la historia. Pero algunas de sus incoherencias sorprenden y desaniman.
Es por esto que la historia de las iglesias, de las religiones, pasa por una evolución que a muchos gustaría que fuera ninguna por mor de encontrar un fulcro inmóvil sobre el que apoyarse pero no es así, por suerte, por ventura y por necesidad. Por eso, por la evolución de la iglesia y de la historia en el tiempo es por lo que no es justo catalogar a la iglesia de hoy con la de la Inquisición o los problemas de hoy con los abusos de hace siglos. Sin embargo hay problemas, más allá de la diferencia de opinión mayor o menor con su jerarquía. Estos problemas son en muchos casos materia de tribunal de justicia.
Se ha de mencionar qie se ha dado una especie de corporativismo a todo precio sobre las actuaciones de la iglesia como conjunto, sobre todo como jerarquía, y sus bases. Ha valido lo que ha servido para sus fines en un concepto maquiavélico que no ha dejado de desgastar muchas conciencias y fe. Y, al tiempo, se han cerrado filas, aún a conciencia de que no era correcto, sobre actuaciones que han atentado no solo contra la fe de su iglesia sino sobre las personas.
En estos días sale a la luz el apoyo del Papa Benedicto XVI a la persecución de los delitos infames de pederastia, calificados como atroces, que se han dado en colegios irlandeses durante los ultimos treinta o cuarenta años según ha revelado el informe de la comisión Murphy. De una manera inequívoca la iglesia, en forma de su máximo representante, ha puesto el dedo en la llaga y ha anunciado no solo que la condescendiencia con los abusadores de niños en su seno y en su ámbito ha terminado sino que la colaboración con la justicia y la ley, en este caso irlandesa, será máxima para limpiar una conciencia que no podía liberarse y para sacar de su cesto de manzanas aquellas que están podridas y pudren el resto.
Bien por la iniciativa, bien por el Papá alemán, precisamente la iglesia en su evolución necesaria precisa que no haya lugares oscuros, que se vayan metabolizando, que se vayan digeriendo para llevarlo a un tiempo de acción necesaria. La iglesia, que mide el tiempo en siglos o en décadas, ha actuado con "relativa" celeridad en este asunto y ha cambiado el punto de vista y de actuación: no se permitirá estos abusos y no se lavará de puertas adentro sino que se dará máxima colaboración con la justicia lo que redundará en un beneficio claro para la imagen de la iglesia.
Los afectados, aquellos niños que ahora son hombres, no quedan del todo satisfechos pero, al menos, sabrán que sus sufrimientos, aquellos abusos de hombres perdidos y atormentados no quedarán en nada, sino en penas de prisión, el baldón de la verguenza y la colaboración de las jerarquías de la iglesia.
Bien por el Papa y por la iglesia, Recuerdos del día de mañana.
Imagen: http://vicentvercher.files.wordpress.com/2007/03/benedicto_xvi.jpgDespierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.