El Papa y el Digital Out-of-Home Media, vidrieras del siglo XXI

La Visita del Papa a Barcelona el pasado domingo, ha puesto en evidencia la utilidad que tienen las pantallas situadas en espacios públicos.
Aunque en este caso sólo han estado utilizadas para transmitir una ceremonia excepcional en la ya Basílica de la Sagrada Familia, podemos extraer una serie de ideas aplicables a la tarea evangélica normal.
Los vitrales han servido, históricamente, para transmitir de una forma atractiva y fascinante por el juego de luz y colores los mensajes del Evangelio, hoy tenemos otras herramientas.
La bajada de precios de los sistemas de digital media: pantallas conexiones a Internet etc.., ha hecho posible, junto con la facilidad de gestión de contenidos, que la Iglesia se plantee utilizar estos sistemas avanzados para transmitir más y mejor su mensaje.
Teniendo en cuenta que el 80% de los feligreses pasan, de media, sólo dos horas a la semana dentro de la iglesia, es importante ofrecer la mayor cantidad de información con la mayor eficacia posible. La comunicación digital es dinámica, lo que significa que el contenido se puede cambiar múltiples veces para informar de: los calendarios del sermón y la comunión, para recaudar fondos, viajes misioneros, eventos, colectas de alimentos y cualquier buena noticia o evento de la comunidad. La entrega de contenido también se puede ajustar a diario, semanalmente, etc, ya que esta controlado de forma centralizada y fácil de actualizar.
En EEUU se está realizando muchas experiencias en esta línea de aplicación. Determinadas Iglesias cristianas han creado auténticos circuitos de Digital Media no sólo en el interior del templo, sino en la comunidad de influencia, es decir en centros de ancianos, hospitales vinculados, escuelas religiosas.
Estos sistemas les permiten difundir su mensaje de acuerdo con las TIC del siglo XXI y alcanzan un nivel de atención superior por parte, especialmente, de los más jóvenes.
Entre otras cosas pueden transmitir la misa de la Parroquia a dichos centros de proximidad y no es necesario seguir la retransmisión de los canales de TV convencionales desde lugares lejanos y con poco sentido de pertenencia.
Las acciones comunicativas dirigidas a públicos jóvenes también están obteniendo bastante éxito, si además se consigue crear un cierto sentido de comunidad entre ellos y la iglesia, al poder interactuar con las pantallas y que los jóvenes puedan subir imágenes y publicarlas en el Twitter  o en el Facebook de la parroquia se habrá conseguido una vinculación moderna y efectiva entre jóvenes y proyecto evangélico. Albert Pérez Novell