El parto de la burra

…La obra del Escorial ó al final, el parto de los montes.

El caso es que ¡por fin! Lo gordo ha pasado y lo que queda ya se puede ir haciendo poco a poco, con más calma y sin la desesperación que me invade cada vez que me meto en alguna cosa.

Bueno, como ya se habrán imaginado, el proyecto en cuestión es una tienda online y está a punto de nacer. Esperemos que sea, lo más tarde, la semana que viene.

Sí, ya sé que hay gente que se monta una tienda online en media hora, pero a mí me cuesta todo mucho más, que quieren…

Este proyecto es medio mío, quiero decir que hay otra persona dueña del mismo y trabajando en él  y la responsabilidad de hacer un producto lo mejopr posible,  ha hecho que fuera mi prioridad todo este tiempo. Además tengo en casa al mejor probador de tiendas online del mundo. Es capaz de sacar dos docenas de defectos a una web en menos de dos minutos de visita en ella.

El desarrollo ha sido duro y complicado no exento de momentazos Dolega.

No teman, pienso escupirlos uno a uno y que cada palo aguante su vela. Eso sí, el día del lanzamiento habrá encendido de zanahoria porque lo prometido es deuda y por supuesto que se cumplirá.

Me queda el ponerme al día con todos mis blogs amigos y eso tendré que hacerlo poco a poco, con tiempo porque el retraso es sideral.

He extrañado mucho mi rincón y a todos y cada uno de los que lo habitan. Los comentaristas, los lectores, en definitiva, los amigos.

Me encanta volver. Es como cuando uno sale de viaje y está entretenido conociendo, paseando, pasándolo bien ó menos bien y llega ese momento sublime de meter la llave en la cerradura, abrir la puerta y sentirte seguro.

Estar en el único sitio del mundo por donde podrías andar a oscuras sin tropezarte con nada. Lo conoces al milímetro.

Me encanta volver y ¡tengo tanto que contar! Además tengo que ponerme al día de todo lo que me he perdido en las casas de mis amigos.

Gracias por seguir ahí.