“Ha sido un día difícil, créeme, ha sido un día muy difícil.
No quieras complicármelo más.” Nuestro amigo por fin habló
con serenidad, pareciendo incluso relajado. “¿Cómo te
llamas?”. El copiloto y dueño del transporte no entendía
nada, y únicamente acertó a tartamudear a su camisa. “No
importa, prefiero no saberlo”, se enfundó el cinturón de
seguridad y miró directo a su copiloto para que le imitara.
“Va a ser una noche muy larga, ponte cómodo”.
Pisó el acelerador a fondo y emprendieron de nuevo la marcha.
El próximo lunes 3 de mayo continuará…