¿Quién es el puteado ahora? ¿Creías que el azar jugaría a tu favor? No mi querido “amigo”, por fin tengo lo que durante tanto tiempo había buscado y por supuesto tú no estas dentro de mis planes.
Ambos entraron en el motel, pidieron una habitación de enamorados y se apresuraron.
Marcos, con tono amenazante le dijo a Álex: ¡la ropa!
- ¿Cómo? ¿la ropa?
- Si, quítatela, vamos apresúrate.
- Pero…
- No hay ningún pero posible, quítate la ropa, y síentate ¡vamos!
Marcos ató a Alex en una silla, tapó su boca y salió del motel sin dejar sospecha alguna.
Se dirigió al coche y condujo sin peder tiempo hasta su casa.
- ¡Hola cariño! Ya estoy en casa, por fin, este negocio me estaba matando.
- ¿La misión?
- Sin problemas, lo tenemos.
- Entonces…
- Si cariño, el dinero nunca aparecerá …