El peligro de las conferencias de fotografía

Cuando uno decide acudir a alguna conferencia relacionada con la fotografía, es porque el tema le interesa y por tanto, espera aprender algo de los profesionales que hablan en ella.
El problema está que últimamente las conferencias y charlas se han convertido no sólo en un punto de encuentro entre aficionados o profesionales que quieren seguir aprendiendo y empapándose de las experiencias de los conferenciantes, sino que también han pasado a ser un lugar de quejas por parte de los que son invitadosd a hablar.
Ahora mismo todos nos encontramos en una situación difícil, no lo vamos a negar, pero para escuchar aspectos negativos, quejas y lo mal que está el mercado fotográfico, mejor quedarse en casa, ya que el efecto que se provoca en la audiencia es totalmente negativo, y lo mejor para salir del hoy es ir a por todas y ser positivo, no darle la razón a otra persona en lo mal que está todo.
Personalmente, cuando acudo a una charla o evento fotográfico, no quiero escuchar lloros por parte de profesionales que llevan años trabajando y que aunque ahora siguen trabajando y viviendo de lo que más les gusta, nos dicen a los demás que está todo fatal y que es muy complicado entrar.
Los que nos dedicamos a la fotografía siempre hemos sabido que este no era un mundo fácil y que habría competencia allá donde fueramos, ¿qué ahora la hay más? Pues es hora de ponerse a trabajar para conseguir destacar por encima de todos los demás. Quejándonos solamente perdemos el tiempo y acabamos desanimándonos.
Así que, si no queremos acabar pensando que nos tendríamos que dedicar a otra profesión y abandonar, o una de dos, o dejamos de acudir a conferencias o los profesionales piensan un poco la audiencia a la que se dirigen, porque seguramente a ellos tampoco les habría gustado escuchar quejas, dudas y problemas cuando decidieron dedicarse a la fotografía. Y sin embargo, ahí están.