EL POLVO DE GALLO (EPDG): Senador Gayrlein, usted es considerado como uno de los congresistas más brillantes en cuestión de oratoria; esa elocuencia suya es incomparable. ¿Qué opina al respecto?
ROBERTO GERLEIN ECHEVERRÍA (RGE): Gayrlein no, Gerlein. Ciertamente, es algo que aprendí bebiendo de los manantiales inagotables que cultivaron Marco Fabio Quintiliano, romano; y Demóstenes, excelso político griego.
EPDG: ¿Y acaso ellos eran guaches como usted?RGE: No le imprima un cariz de guacheza a lo que, palmariamente, equivale a elocuencia; que es, justamente, lo que desarrollo desde lo más intrínseco de mis diáfanas entrañas, con lujo de detalles. Nunca me han escuchado manifestar, por ejemplo, "le doy en la cara, marica". Eso sí es un reflejo incontrovertible de guacheza que trasciende las fronteras de los principios axiológicos; es decir, de los valores, de lo que ostenta una connotación eminentemente ética. De guachezas, entonces, pregúntele a Uribe Vélez, no a mí.EPDG: Muy bien, mi preclaro Senador Gerlein. ¿Se atreve usted a repetir en esta entrevista lo que dijo hace unos días en el Congreso de Colombia, con relación a los homosexuales?RGE: ¡Añoñi! Una relación que se fragua entre un binomio conformado por dos personas que no pertenecen al género de las féminas, constituye, a toda luz, un adefesio, un esperpento en cuanto a sexualidad atañe. Eso es algo sórdido, que merece la abominación de todo el tejido social. Es algo incontrovertiblemente cacal.EPDG: ¿Y qué es eso de cacal, algo relacionado con "Kaká", el jugador brasileño?RGE: ¡Eeerrddaa, no joda! Con el vocablo cacal aludo categóricamente a lo excremental; ¿o acaso ignoras, estúpido, que al materializarse un coito entre un par de varones (que de varones, nanay cucas), éste se desarrolla por el conducto por donde brota el excremento, la misma caca?EPDG: Entendido, mi Sena.RGE: ¡Oigan a este mariconzuelo!, yo no tengo cuotas políticas en el SENA, ni en otros establecimientos gubernamentales.EPDG: Disculpe, Dr. Gerlein; quise decir mi Senador, lo que pasa es que para ahorrar utilicé un apócope.RGE: ¡Ah! Un apocópe, o aféresis, o síncopa, es una figura de transformación o metaplasmo; que consiste en alterar la escritura o pronunciación de las palabras sin alterar su significado.EPDG: Gracias por la ilustración, mi dóctor. ¿Por qué tanto odio contra los homosexuales, si nuestra Constitución Política consagra como derecho fundamental el desarrollo de la libre personalidad?RGE: Porque son una parranda...EPDG: ¿Una parranda vallenata, de esas que a usted como buen costeño barranquillero le gustan mucho?RGE: No me refiero a esa categoría de expresión cultural perteneciente a la demosofía vallenata. Te aclaro, por si no lo sabes: Demosofía es lo mismo que folclor. Hago referencia, entonces, a una parranda de maricas, desadaptados sociales. ¡Ay hombe, güepajé!EPDG: ¡Correcto! ¿No le parece, Senador, que más repudiable es que alguien mame burra?RGE: ¿Es que me está endilgando que soy un mama burra?EPDG: ¡Ni más faltaba!, desde luego que no. Se lo pregunto porque usted sabe mucho de estas cosas. Usted conoce hasta la saciedad nuestra Historia. Además, no creo que sea cosa del otro mundo; pues, dicen que hasta Gabriel García Márquez, y muchas otras personalidades, muertas y aún vivas, alguna vez en sus vidas lo han hecho. No me consta, pero eso se ha comentado.RGE: Mire, POLVO DE GALLO, prescinda de los prejuicios. No todos los nativos de la Costa Atlántica hemos mamado burra; aun así, estimo que eso es absolutamente distinto frente a lo que implica una relación entre dos almas del mismo sexo; aclarando que no repudio de tajo una relación entre dos hembras, pues allí no es de ritual que se configure lo excremental, sino otro tipo de manifestaciones eróticas. Es decir, no hay presencia de analogía entre la vagabundería de que dos personas del mismo género tengan sexo, y el arte de mamar burra; puesto que, como se puede advertir inequívocamente, un hombre es un hombre, y una burra es una burra. Pese a que pertenecen a diferentes especies, podría decirse figuradamente que hay una relación sexual entre un hombre y una mujer, entre un ser masculino y otro femenino. EPDG: Gracias, Dr. Gerlein, por tan magistral cátedra de mamaburrismo. Mi dóctor, seguramente usted durante toda su trayectoria política ha tenido respaldo electoral de personas homosexuales. Entonces, ¿odiándolas usted tanto, no cree que sus elecciones han estado deslegitimadas de conformidad con sus ideas? No es justo que, habiendo tenido votos de homosexuales, ahora usted venga a darles manduco.RGE: Ojo con lo que dice; nunca le he dado con mi manduco costeño a una persona con dichas orientaciones (entiéndase como desviaciones) sexuales. Deje de estarme calumniando. Otra cosa es mamar burra. Ahora, sáquese de la cabeza la idea de que un ultragodo como yo sería capaz de admitir en sus huestes a gente de tal calaña; por eso pongo en duda que personas homosexuales hayan votado por mí. En caso de ser así, le pido a la Registraduría Nacional que les devuelva sus pinches votos; o se los pago, para que no vayan a decir que tengo compromisos con ellos.EPDG: ¿O sea que usted suele pagar los votos que ha recibido?RGE: Tampoco me acuse de comprar votos. He sido un político que nunca he abrazado la costumbre putrefacta del clientelismo. La Política la he hecho siempre sin dádivas; nada de tejas, ladrillos, becas, chanfainas o puestos, lechonas, tamales, licor ni nada por el estilo. Si la plebe me ha respaldado ha sido por mi elocuencia, por nada más. Digo lo de pagar porque, mirándolo bien, a estas alturas ya resulta inocuo decirle a la Registraduría Nacional que no tenga en cuenta los sufragios que, de homosexuales, accidentalmente, contra mi voluntad inquebrantable, eventualmente se hayan depositado en mi favor. Pensar en que así haya sucedido, es algo infinitamente utópico.EPDG: ¿Se arrepiente usted de lo que dijo en contra de la población gay?RGE: ¡Ni por el putas!, no tengo de qué arrepentirme; mucho menos recabar perdón. Son ellos quienes tienen que arrepentirse y pedirle perdón a la sociedad, por su suciedad; si es que aspiran a que el día del Juicio Final puedan ser perdonados por Dios.EPDG: Senador de la intolerancia, ¡qué pena, Senador de la democracia!, ¿y hasta cuándo piensa estar en el Congreso de Colombia?RGE: Hasta cuando los heraldos del conservadurismo más ortodoxo logremos imponer nuestra voluntad, que no es otra que atajarle el camino a todas las conductas que, con el pretexto del desarrollo de la libre personalidad, son un asco para Colombia, para todo el Orbe. Cabe señalar que en esta cruzada nos acompañan muchas personas valiosas de este país: Presbíteros, el procurador Alejandro Ordoñez, entre muchas otras personas que hoy cuentan con la simpatía de todo el pueblo colombiano.EPDG: Senador Gayrlein, este espacio es para que usted diga lo que quiera; por eso no le hago más preguntas.RGE: Con mucho gusto. Quiero que Colombia y el Mundo sepan que no tengo nada en contra de los homosexuales, lo que pasa es que no me caen bien. Queda la sensación de que esto es como decir lo mismo, pero no es así. Una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa. Me han preguntado si temo que me sancionen disciplinariamente o en lo penal. No experimento el mínimo temor frente a lo uno ni a lo otro.En primera instancia, la Constitución Política de Colombia consagra, en su Artículo No. 185: "Los congresistas serán inviolables por las opiniones y los votos que emitan en el ejercicio del cargo, sin perjuicio de las normas disciplinarias contenidas en el reglamento respectivo". Así, pues, que no existe el mínimo resquicio por el cual pueda colarse hasta mí la justicia penal; como tampoco las acciones disciplinarias, máxime cuando al frente de la Procuraduría General de la Nación está un hermano de causa; el mismo que por sus ideas hiperultrasuperconservaduristas se ha ganado el aplauso de Colombia; y lo reelegiremos pronto para que siga haciendo escuela, pues lo tenemos como una de nuestras más egregias figuras para la Presidencia de Colombia. He dicho.
EPDG: Mil gracias, Senador Gayrlein. En verdad, da gusto entrevistar a un homosexual como usted. ¡Uy, mi dóctor, le presento mis disculpas!, lo que quise decir fue "a un homo sapiens como usted"; pues, sin duda, usted es la mata de la inteligencia, de la elocuencia. Igualmente, mi gratitud se la expreso porque tuvo el gesto de concederle esta entrevista a un homosexual como yo.RGE: ¿Cómo así?, ¡bandido, maricón!, devuélvame todo lo que grabó.EPDG: Tú tranqui, compadrito. Esta entrevista le traerá beneficios, le representará votos para las próximas elecciones; pues servirá para que la gente en Colombia entienda qué fue lo que usted realmente quiso decir con respecto a la población homosexual, para que dejen de estarlo maldiciendo por el hecho de que usted la haya cagado feísimamente. Ya verá que sí. No sea desagradecido.RGE: Si usted divulga esta entrevista, le juro que se arrepentirá; no porque salga a la luz pública lo que aquí he dicho, sino porque usted es lo que es: No un homosexual, sino un simple marica.EPDG: Mejor arrepiéntase usted, Senador intolerante, boquisucio.RGE: Intolerante y boquisucia será su madre que lo parió.
EPDG: Senador, Gayrlein, mejor dejemos así; mil gracias por su atención. Por favor, si se ve por ahí con su amigo guache, el señor de las sombras, Uribe Vélez, me lo saluda; y me le dice que no olvide que estamos pendientes de la segunda parte de la entrevista virtual.