el porque de no callar

Emilia vive envuelta en palabras que la delimitan. Es intocable. Una mancha ciega que se desgarra. Un no silencio a la espera. Un deseo sin pronunciar. Un aliento. Se escapa sin huir, ella sabe del poder de lo no dicho. Vive de rodillas ante el eco de los secretos del viento. Sueña con ser despeinada. Arrebatada. Flagelada por el parpadeo de tu voz. De esa voz que la arranque de ese sopor auto impuesto sólo para mecerce en la no búsqueda de esa llegada y sucumbir ante  el coraje de tu vos que se adentra más allá del sabor de esa superficie que tanto le molesta. Mientras tanto ella dice