El Premio

(Dirigido por Alberto Durant – Perú 2009)

Antonio (José Luis Ruiz) compra un huachito de la lotería a ver si se saca el premio gordo. Vive en Pariamarca, al norte de la ciudad de la ciudad de Lima. Un pueblo tranquilo para la vida de un hombre tranquilo. Viudo, de profesión profesor de escuela rural, con una hija Avelina (Mayela Lloclla), dueño de tierras y de 60 cuyes. Tiene un hijo Alex (Emmanuel Soriano) que vive en Lima con su tía. La vida parece que no le da para sobresaltos, su única pena es que su mujer murió dando a luz a su último hijo, el cual también murió. Ese es su gran trauma y además es el causal de que no tenga una buena comunicación con sus seres queridos especialmente sus dos hijos.
Por esos vaivenes de la vida, el destino le ha preparado el ganar el premio mayor de la lotería. Para recoger el dinero tiene que viajar a Lima. Al llegar a Lima descubre que su hijo está de vendedor de películas pornos en un Centro Comercial. Le propone darle parte de su dinero para sus estudios, sin embargo el muchacho no quiere estudiar, sólo le interesa trabajar. Mejor que le de dinero para que tenga su propio puesto de ventas.
Antonio cobra el premio mayor e inmediatamente después su mundo empieza a derrumbarse poco a poco al salir del Banco, al volver a la casa de su hermana, al conversar con su hijo. Y a la mañana siguiente cuando despierta. Un inesperado final está por ocurrirle.
Tras varios años de su ausencia en la pantalla grande, tenemos de vuelta a José Luis Ruiz. Aquel gran actor de “Bajo la Piel”, regresa en un rol de hombre maduro, padre de dos hijos. Su actuación es totalmente convincente, sus mejores momentos los da en los últimos 30 minutos de la película donde realmente nos conmueve con sus gestos y con todo lo que le está ocurriendo. Vive el personaje como si realmente le ocurriera en la vida real. De eso se trata la actuación, mientras más verídico se sienta, el espectador se va compenetrar más con lo que está viendo. Ruiz cumple a cabalidad el cometido que le otorga el director.
El final de la película pareciera recordar a un personaje del finlandes Aki Kaurismaki deambulando a 2750 msnm viendo como todo su mundo se ha venido abajo. Y como en las películas de Aki, siempre hay un motivo para encontrar la luz al final del camino.http://observandocineperuano.blogspot.com/feeds/posts/default