El primer animal transgénico podría llegar en breve a los platos

Publicado el 07 marzo 2013 por Acercaciencia @acercaciencia

Una empresa estadounidense está a punto de ofrecerle a los consumidores el primer animal genéticamente modificado para consumo humano: un salmón que crece dos veces más rápido que un salmón normal. La oficina que regula el tema en EE.UU., la Agencia de Alimentos y Medicinas (FDA por sus siglas en inglés) ha dado el visto bueno, tras 24 años de ensayos y pruebas, y en breve podría estar en el mercado. Esto ha provocado una gran polémica en EE.UU. y se ha hecho eco en el mundo.

La industria de los transgénicos nunca ha estado exenta de controversias y discusiones. Ya sea por desconocimiento, por campañas demasiado “pro” o demasiado “anti”, o por muchas otras razones. En todos los casos, los fundamentalismos bajo los que se ha tratado el tema siempre han llevado al común de los habitantes, que lejos está de la información que les permita discernir entre los riesgos reales y potenciales, a una especie de todo o nada. Pocos son los casos en los cuales se brindan las herramientas suficientes, en forma de información comprensible, clara y sin sesgos, para que cada una de las personas sea capaz de tomar, por si sola, una decisión y/o posición en base a su propia conciencia y raciocinio.

Con la meta de contarles no solo acerca del salmón, sino también de brindarles esas herramientas, es que hemos elaborado esta nota.

¿Tenemos claro que son los organismos genéticamente modificados (OGMs) o transgénicos?

Un OGM o transgénico es un organismo, sea planta, animal, hongo o bacteria, al que se le ha agregado o modificado, por ingeniería genética, uno o unos pocos genes. En la mayoría de los casos, los genes que se le adicionan a una determinada especie provienen de otra especie diferente.

Los alimentos transgénicos derivan de organismos genéticamente modificados (GM de ahora en más). A pesar de que al hablar de alimentos transgénicos solemos pensar en cultivos vegetales GM, es importante recalcar que también existen animales GM y microorganismos GM, que ya están en el mercado, y en algunos casos, desde hace mucho tiempo. Muchas enzimas y aditivos obtenidos de microorganismos transgénicos se emplean hoy en día en la elaboración y procesamiento de muchos de los alimentos que consumimos, por dar un ejemplo

¿Por qué hacer transgénicos?

La respuesta a esta pregunta puede resultar algo controversial. Podría pensarse que no hace falta modificar lo ya existente, pudiéndose sacar más provecho de lo estándar (sin modificación genética). Sin embargo, existen varias realidades contrapuestas en este sentido, que podrían obrar de justificación.

Por un lado, ya es un hecho que la población mundial está en creciente aumento, y por ende, la demanda de alimentos está sufriendo el mismo crecimiento.

Por otro, todos los días estamos acostumbrados a ir al supermercado y disponer de alimentos frescos cuya apariencia es casi de “libro”. Alimentos que son “perfectos”, con proporciones exactas, colores brillantes, homogeneidad en las formas, y por si fuera poco, han tolerado un crudo invierno o un seco verano, o se encuentran en góndolas en una época en que naturalmente no deberíamos encontrarlos. Sin embargo, no es común que nos preguntemos que hay detrás de esa perfección, o si estamos dispuestos a dejar de tenerlos “disponibles” todo el año.

Sumado a esto, muchas sustancias de uso cotidiano y medicamentos, son producto de ingeniería genética y transgénesis, aunque rara vez nos enteremos.

¿Para qué?

La inserción de estos genes, en los vegetales, por ejemplo, se realiza con el fin de mejorar ciertos rasgos, como la resistencia a plagas, la calidad nutricional, la tolerancia a heladas o sequías, mejorar su rendimiento, o con el fin de producir proteínas de interés industrial, entre otras características. También, para mejorar los alimentos que derivan de los cultivos vegetales, eliminando sustancias tóxicas o alergénicas, modificando la proporción de sus componentes para lograr alimentos más saludables, etc. Todos estos, constituyen una gran lista de los muchos “paraqués”.

Antes de ser liberados a los mercados, los transgénicos, y sobre todo aquellos que serán para consumo humano, son sometidos a exhaustivos controles. Las principales evaluaciones giran en torno a posibles riesgos para la salud humana y para el medio ambiente.

Ya existen animales transgénicos en el mercado

Los animales transgénicos, es decir, aquellos que poseen un gen o grupo de genes que no les pertenecen con el fin de adquirir una característica o producir algo de interés, ya son parte de nuestras vidas, aunque muchos de ellos no son bienes de consumo directo para los humanos.

Fig.1. Peces fluorescentes de la marca GloFish®. Fuente: glofish.com

Uno de los animales que ya ha llegado a los hogares es una mascota, un pez fluorescente, producido hace más de una década por científicos en Singapur y Taiwán. El mismo fue inicialmente desarrollado para detectar la contaminación en las aguas. Sin embargo, una empresa taiwanesa vio su potencial de comercialización y comenzó a vender el pez fluorescente para acuarios, de forma que pudiesen ser adquiridos como mascotas. Hoy en día, se pueden conseguir en acuarios peces fluorescentes de distintas especies.

Otro ejemplo que nos puede resultar familiar son las vacas, ovejas o cabras GM. En muchos casos, estos animales poseen un gen humano que les permite producir una proteína humana de interés, generalmente en su leche, actuando como una especie de “biofábrica”. Casi todos los biofármacos producidos por dichos animales se encuentran aún en ensayos clínicos, pero se espera que en los próximos años salgan al mercado. Por el momento, Estados Unidos es el único país que comercializa un medicamento producido por ganado transgénico; se llama Atryn y es un anticoagulante. Contiene la proteína antitrombina humana III proveniente de la leche de cabras GM.

Pero… ¿Qué pasa con el salmón en discordia? ¿Cuál es la novedad?

Este animal, bautizado como “AquAdvantage”, fue desarrollado por la empresa estadounidense Aquabounty. Se trata del salmón del Atlántico (Salmo salar) al que se le han introducido dos modificaciones genéticas que le otorgan ventajas por demás de deseables y que representará el primer animal GM para consumo humano.

Fig.2. Salmón Transgénico “AquAdvantage” (superior) vs. Salmón Silvestre (inferior). Animales de la misma edad. Crédito: AquaBounty.

Por un lado, se le ha adicionado el gen que codifica para la hormona del crecimiento proveniente de una especie emparentada, el salmón Chinook (Oncorhynchus tshawytscha). La segunda modificación es la adición de un promotor, proveniente de otro pez, el abadejo del océano (Zoarces americanus). Un promotor es una especie de “interruptor genético” que controla a los genes, “encendiéndolos” y “apagándolos”. El promotor elegido en este caso, controla en el abadejo un gen que le da toleracia al frío, y se “enciende a bajas temperaturas”. Al haber sido insertado en el genoma del salmón controlando al gen de la hormona de crecimiento, le permite al salmón producir la hormona de crecimiento durante todo el año. El salmón salvaje, en cambio, tiene reprimida la producción de hormona de crecimiento durante los meses de invierno, y por ende, interrumpe su crecimiento cuando la temperatura del agua se enfría. Estas dos modificaciones mencionadas hacen que “AquAdvantege” pueda crecer más rápido.

Según la empresa que lo produce, el salmón “AquAdvantage” tarda solo 18 meses en alcanzar los 100 gramos (en vez de los 30 meses que tardan los salvajes), lo que lo hace mucho más rentable comercialmente.

Sobre los riesgos…

Como todos los animales genéticamente modificados, hay preocupaciones sobre los riesgos asociados. En 2010 la FDA dictó que era seguro para el consumo y que este salmón GM, poseía similares vitaminas, minerales y ácidos grasos que el salmón salvaje. Luego de ello, siguió la preocupación ambiental, asociada a la pregunta de ¿Qué podría pasar si ocurriesen escapes al medio ambiente natural?

Respecto a ello, en diciembre último la FDA dio el visto bueno al asunto. Declaró que el salmón AquAdvantage “no tiene un impacto significativo” en la calidad del medio ambiente de los Estados Unidos lo que usualmente es el paso final para su aprobación. De acuerdo con la empresa, entre el 95 – 99 %  de los salmones modificados genéticamente son hembras infértiles, criados en instalaciones aisladas físicamente.

Cabe destacar que en el dictamen se deja claro en todo momento que toda argumentación hace referencia a impactos ambientales en los Estados Unidos, país al que llegaría el salmón ya listo para ser consumido. La empresa AquaBounty produciría los huevos en instalaciones situadas en la Isla del Príncipe Eduardo, en Canadá, y posteriormente los trasladaría a un centro de engorde en Panamá, donde los peces se criarían en tanques cerrados, en tierra firme, y se procesarían. Por tanto, tal y como remarca el documento de la FDA, el animal “no sería criado en los Estados Unidos ni llegaría vivo para ser procesado”. Sólo llegaría su carne preparada para cocinar. Cualquier posible daño ecológico tendría lugar en otros países ¿curioso, no?.

Luego de estos últimos análisis e informes, queda un corto periodo para presentar objeciones, transcurrido el cual el producto podría ser ya liberado para consumo, pudiendo llegar a los supermercados en dos o tres años. Se convertirá, así, en el primer animal genéticamente modificado que es aprobado para consumo humano.

El siguiente video resumen alguna de las cuestiones en referencia a este tema.

Fuentes:

- BBC Mundo UK

- Aquabounty

- The AquAdvantage Salmon Controversy – A Tale of Aquaculture, Genetically Engineered Fish and Regulatory Uncertainty. Harvard

- FDA

- National Registry of Food Safety Professionals

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