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escribir, escritura, literatura, novela, nuevos escritores, primer borrador
Si ya le han echado un vistazo al artículo Cómo escribir una novela, verán que, de quince pasos (luego de una larga y concienzuda preparación en los primeros diez) empezamos a escribir el primer borrador de nuestra novela de ficción en los pasos once y doce. Una vez que está todo a punto, personajes, historia, trama, nos podemos lanzar de lleno a la pasión de crear. Lo que quiero hacer aquí es sintetizar ese proceso de escritura del Primer Borrador en cinco puntos esenciales para poder llevarlo a buen puerto: Rutina, expectativas, longitud, oportunidad y compromiso.
1- Rutina
Cuando finalmente encontramos el modo de hacer productivo el día (coordinando horario y actividades extra escritura) debemos intentar repetir ese esquema día tras día. La repetición crea hábito y el hábito crea rutina. Rutina positiva, de la que nos gusta. Si hacemos que escribir sea parte de nuestra rutina diaria habremos dado un paso enorme hacia nuestra meta. Así de fácil. Es necesario hacer un trato con nosotros mismos, de esos tratos que no queremos romper: Escribir dos horas diarias. Estar solos, con la puerta del escritorio cerrada, sin teléfonos a la vista, sin internet (ni Facebook, ni Diarios On Line, ni e-mails…) escribir una palabra tras otra sin preocuparnos de la edición, dejando que nuestra musa nos guíe. Si se le hace difícil cumplir, deje fuera sábados y domingos que alteran la rutina de la semana, pero yo buscaría la forma de hacerlo también los fines de semana. Escriba. Todos los días.
2- Expectativas
Aceptémoslo, la realidad indica que nadie se sienta y produce página tras página de magia hecha prosa de un tirón en forma de borradores perfectos. Tener esto presente es liberador. Un primer borrador debe ser eso, un borrador. Es donde nos damos cuenta sobre qué estamos escribiendo, cómo reaccionan nuestros personajes, qué voz utilizaremos para llegar al lector, cuál va a ser el ritmo dominante. Permitámonos dudar, estar inseguros, cometer errores, tener miedo a la incertidumbre de embarcarse en la heroica (en mi opinión) actividad artística que supone la creación de un todo mundo de ficción.
3- Longitud
Una obra de ficción tiene en promedio unas 80.000 palabras (los diferentes géneros tienen un conteo de palabras distinto, pero situémonos en el rango de las 70 a 90 mil como objetivo). Si hemos de ponernos un límite de tiempo realista, creo que en 18 semanas podremos tener listo nuestro Primer Borrador, sacando fines de semana, unos 90 días (para un cronograma completo: ¿cuánto tiempo lleva escribir?). Una meta sensata sería escribir unas 4.000 palabras a la semana. Esto significa conseguir bajar al papel unas 800 palabras al día, en promedio. Si pensamos que llenan un poco más de una hoja A4 escrita de las dos caras, ya no suena a tanto, parece posible. Si lo hacemos costumbre, rutina, las palabras acudirán a nuestra ayuda.
4- Oportunidad
Comentar que es conveniente tener siempre a mano una libreta de bolsillo y un bolígrafo no parece un consejo brillante, ni siquiera original, pero eso no lo hace menos importante. Existe una razón por la cuál la mayoría de los escritores lleva encima una libreta de apuntes (y razón por la que nosotros deberíamos hacerlo también): Ayuda. Nunca sabremos de antemano cuándo cierta imagen nos va a evocar algún sentimiento o provocar cierta reacción. Cuándo la frase perfecta escuchada sin querer en una tienda entre dos adolescentes, sobre cómo odia sus enormes pies nos puede servir para desvelar el carácter de nuestro personaje. Cuándo un coche que circula lento justo por encima de la línea blanca lateral de la autopista puede solucionarnos un punto conflictivo de nuestra trama. Escriba esas cosas. No importa si no tienen mucho sentido en ese momento. Gran parte de la escritura de obras de ficción consiste en darle importancia a pequeños detalles reales para darle cuerpo al universo ficticio. Y el mundo está lleno de esos detalles. Preste atención y escríbalo. Esta práctica logrará dos objetivos: mejorar su nivel de atención y mantener siempre presente su proyecto de escritura.
5- Compromiso
Hay que comprometerse un 101% con la historia que estamos contando. Esto es el epicentro del movimiento necesario para cumplir la tarea de terminar el Primer Borrador en 90 días. Comprométete con tu novela. Casi todos los que están leyendo, llegados a éste punto se preguntarán ¿Y cómo hago yo eso?
Primero debemos darnos cuenta que al llevar a cabo los cuatro primeros pasos mencionados arriba ya tenemos un alto nivel de compromiso con la escritura de nuestra novela. Es el resultado natural de generar una rutina de escritura, tener metas realistas, objetivos que cumplir y entrenarnos constantemente en acentuar nuestra percepción del entorno. Por medio de estas acciones haremos que nuestro proyecto de escritura esté siempre activo y presente en nuestra mente. Pero es preciso dar un paso más allá.
Hay que dejar que la historia se apodere de nuestra mente. Por completo.
Dejar que nos transporten a otro tiempo y espacio. Dejar que nos tenga girando en la cama a las tres de la mañana. Tomar duchas de cuarenta minutos mientras paseamos por ciudades imaginarias del año 2055. No responder a nimiedades que nos preguntan porque no estamos seguros si la madre del protagonista morirá en el gran accidente de tren del capítulo cuatro. Dejar que hasta pensemos como nuestros personajes y hablemos como ellos. No debemos luchar contra una intensa inmersión natural en nuestro mundo de ficción.
Escribir el Primer Borrador de nuestra novela es una de las tareas más difíciles que jamás nos hemos propuesto llevar a cabo. Se requiere tiempo, paciencia, energía, dedicación y mucho café. Pero, sobre todo, una entrega total a su proceso, a su arte y su historia. Porque si nuestros personajes no logran atraparnos, demos por seguro que no atraparán a nuestros lectores.