De Gregorio Luri se aprende todos los días. Hoy ha comentado unos aspectos de la obra de Maquiavelo El príncipe. Como la mayoría de los mortales no tenemos opción a esos susurros que recibe Luri, hemos de conformarnos con la lectura más o menos meditada de la obra del autor florentino.
Y la causalidad me lleva a la mesa de cristal donde tengo algunos libros a los que siempre acudo, y entre ellos El príncipe. De este tratado me interesan sobre todo los conceptos de dos aspectos: la búsqueda del equilibrio permanente y el caos en algunas definiciones que parecen sentencias.
Pero lean a Luri, es más interesante. (AQUÍ)