En las relaciones de pareja la agresión física es observable, pero las manifestaciones del maltrato psicológico no son tan evidentes. Algunos indicadores como amenazas, críticas, insultos y humillaciones lo hacen más obvio, pero otros como la manipulación de la información o no considerar las emociones de la otra persona son más sutiles. Todo esto va produciendo la intimidación, desvalorización, sentimientos de culpa o sufrimiento en la otra persona. El maltrato psicológico puede tomar las siguientes formas:
- Maltrato económico: control de los recursos económicos de la pareja.
- Maltrato estructural: relaciones de poder que legitiman la desigualdad.
- Maltrato espiritual: destrucción de las creencias culturales o religiosas u obligar a que renuncie a sus creencias personales y acepte un sistema de creencias determinado.
- Maltrato social: aislamiento de las relaciones interpersonales de la otra persona.
Se va creando en la otra persona un sentimiento de desvalorización y baja autoestima.
Los psicópatas también se caracterizan por una vida sexual poco integrada y/o impersonal y aquí se da tanto el forzar a las parejas a mantener relaciones sexuales a pesar de no desear tenerlas como el insistirles en que realicen prácticas sexuales degradantes.