YOLANDA TAMAYO
Cerrar la puerta, abrir las ventanas. Airear la casa, ventilar haciendo que el aire viciado huya y pueda entrar aire nuevo.
Vuelta a la rutina, a la normalidad.
Tras las vacaciones estivales sois muchos los que volvéis al hogar, otros, aún no lo hemos abandonado, y puede que ya no lo hagamos. Retornáis con renovadas fuerzas; o al menos eso es lo que pretendíais cuando os marchasteis, con ganas de comenzar de nuevo, tras una merecida pausa, a retomar asuntos pendientes y verlos con una visión un tanto más calmada.
Puede leer aquí el artículo completo de esta colaboradora de la revista Ventana Abierta (Asamblea Cristiana) de fe protestante titulado El regreso