EL REPOSO DEL ARQUERO. Ana María Manceda

EL REPOSO DEL ARQUERO. Ana María Manceda
   Está moribundo, me mira a los ojos ¡ Cuánta fiereza! y me grita ¡ Yo quiero vivir! Siento que se me estruja el alma dentro de mi cuerpo. Estamos tomados de la mano, conexión ancestral. Siempre fue el centro de nuestro universo, vivió al límite y nosotros giramos sufrientes alrededor de su gloria pasada, de sus amantes, de su nebulosa producida por los cuatro paquetes de puchos por día, de sus brotes de alcoholismo, de su agresividad. Él, el supremo arquero de fútbol, se está muriendo. Lo aferré fuerte de las manos y lo miré como a un niño, con todo el amor y la fuerza de un dolor insondable. Es mi padre el que se está muriendo. Y siento que viajamos por el "Universo", buscando el origen del Big Bang, y no va a ser en vano. El arquero va a encontrar por fin su paz y yo me voy adhiriendo al vacío que va dejando su agonía.********
   La Plata. Marzo del 2000.-