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Como de momento no quería moverse debido a que sentía una palpitación sorda y pesada, se quedó tumbado un rato y meditó. Pensó que el problema de la mayor parte de los medios de transporte consiste fundamentalmente en que no valen la pena. En el planeta Tierra, antes de que lo demolieran para dar paso a una vía de circunvalación hiperespacial, el problema habían sido los coches. Las desventajas que constituía el sacar del suelo montones de fango negro y pegajoso en zonas donde había estado oculto sin molestar a nadie, convirtiéndolo luego en alquitrán para cubrir con él el terreno, llenar el aire de humo y tirar lo sobrante al mar, parecía superar las ventajas de poder llegar mas de prisa de un sitio a otro, en especial cuando el lugar al que se llegaba probablemente se había convertido, como resultado de todo ello, en un sitio muy semejante a aquel del que se había salido es decir, cubierto con alquitrán, lleno de humo y sin peces…