-No puedes tener un arma en la mano sin sentir el deseo de disparar... Recuerdo que no lo hice y años después salieron las balas por mi boca.
-Se apuntó con el revólver. Sabía que no estaba cargado pero el disparo fue tan sincero que día tras día se fue desangrando su alma.
-Pensé que si me acercaba, si cogía el revólver entre mis manos, entendería al fin el significado de la palabra muerte. Pero sólo comprendí lo que es la ira.
NiñoCactus