Revista Talentos

El rey de la coca desafiado por sus cocaleros

Publicado el 24 octubre 2013 por Perropuka

El rey de la coca desafiado por sus cocaleros

Foto: APG


Que Bolivia se está convirtiendo paulatinamente en el reino del caos y la violencia es alarmante. Con grupos organizados y delincuenciales que hacen de las suyas (contrabando, toma de tierras, toma de minas), algunos camuflándose bajo el manto de pertenecer a movimientos sociales que el gobierno ha fomentado desde el principio de su mandato a título de compartir el poder. Existen regiones, pueblos y comunidades por donde es peligroso el simple hecho de transitar para gente que no es del lugar. Pueblos sin ley, sin presencia de Estado, donde imperan las mafias especialmente del narcotráfico. Comunidades enteras participando del negocio, ya sea directamente o guardando un silencio cómplice. En esas circunstancias, cualquier foráneo que asome las narices puede ser tildado de espía y correr el riesgo de ser eliminado. 
El pasado sábado, 19 de octubre, un grupo de efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (organismo conformado por militares y policías) fue emboscado por cocaleros en la región de Apolo, a más de 200 kilómetros al norte de La Paz. A consecuencia del ataque murieron 4 personas y 14 resultaron heridas por armas de fuego, además de algunos contusos y golpeados. Por inverosímil que parezca, únicamente se dieron bajas en las fuerzas del orden, que se encontraban en el lugar para efectuar tareas de erradicación de los cultivos ilegales, siendo sorprendidos en su infinita inocencia, según dan a entender las autoridades.
La cosa se venía venir. Esa es la gran negligencia del gobierno, que aún a sabiendas de las amenazas previas que habían proferido varios dirigentes de resistir con violencia a los planes de erradicación, envió despreocupadamente a los efectivos como si fueran carne de cañón. Al parecer estos estaban totalmente desarmados o no atinaron a defenderse, como si hubiesen olvidado de pronto su entrenamiento y preparación para estas contingencias.  Pero no estamos hablando de tropas bisoñas o de una unidad recién creada. La FTC tiene antigüedad de más dos décadas combatiendo al narcotráfico y demás actividades relacionadas. Hasta hace poco, la fuerza antidrogas era referencia regional, no solo por su experiencia sino también por sus métodos exitosos que le habían conferido un cierto prestigio, al punto de proporcionar cursos especiales a delegaciones de otros países. O es que con la llegada del rey de los cocaleros al poder, olvidaron de pronto sus habilidades. Raro. Aún más, cualquiera se pregunta qué fue de las labores de inteligencia, del relevamiento de información, una actividad de manual que se debería haber efectuado antes de emprender un operativo de tal riesgo. 
¿Por qué callan los gerifaltes?, ¿por qué permitieron que sus subordinados hayan sido conducidos al matadero, sin suficientes armas, sin portar chalecos antibalas?, ¿Por qué se procedió a la erradicación forzada cuando Evo y los suyos dijeron que en su administración todo sería de manera consensuada y pacífica? ¿Dónde está el control social de los cultivos del que tanto hablan los dirigentes cocaleros? ¿Por qué no se procede de la misma manera con los cocales excedentarios del Chapare? ¿Existen acaso cocaleros de primera y de segunda?... Son preguntas que la ciudadanía se hace, mientras las autoridades se rasgan la vestiduras y prometen que van a sancionar a los culpables con todo el peso de la ley, argumento que suena a disculpa infantil como si eso los exonerara de su responsabilidad.
Mientras tanto, viene bien al espectáculo solidarizarse repentinamente con las familias afectadas. O efectuar escenas patéticas como el lloriqueo del viceministro de Gobierno, cuando son ellos los mayores responsables de la masacre al haber actuado con tanta irresponsabilidad, más aun con el conocimiento de que esa parte fronteriza ya era “zona roja”, al haberse transformado en ruta frecuentada por los narcos peruanos, según denuncia de una ex autoridad antinarcóticos del mismo país. Será cosa de bandas organizadas, grupos de cocaleros o una combinación de ambos para haber atacado con tanta saña y violencia, como confiesan varios de los heridos, quienes relatan todavía sobresaltados que fueron agredidos por turbas armadas de machetes y palos. Por otro lado, los cocaleros se defienden afirmando que reaccionaron así porque, días antes, los uniformados los hostigaron con intervenciones violentas a sus casas, haciendo uso de gases, aún en presencia de niños y mujeres. Acusaciones vienen y van, nada está claro.
Lo que sí es terrible y preocupante es la cantidad de armas de fuego en manos de campesinos y cocaleros. Las cuatro víctimas fatales: dos militares, un policía y un joven médico cayeron por impactos de bala. Dos de ellos fueron ejecutados con disparos en la cabeza luego de haber sido secuestrados por los agresores. Parece que al gobierno le tiene sin cuidado que frecuentemente se hagan denuncias de que carteles extranjeros ya operan en el país. Se sabe que enviados de las FARC y de los Zetas mexicanos visitan y asesoran a las bandas locales. El descubrimiento de factorías  de droga con instrumentos y tecnología de punta es la mejor prueba, además de que han caído varios extranjeros en diversos operativos. Y ahora esto, los propios cocaleros desafiando a la ley, y rebelándose contra su propio rey. ¡Ah, qué bonito es morir por su revolución! 

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Perropuka 231 veces
compartido
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revista