Estaba el Rey León todo borracho caminando por la selva, toma entre sus patas al conejo, lo levanta por las orejas, lo acerca amenazadoramente a sus ojos y le pregunta:
Conejo, ¿Quién es el Rey de la Selva?
¡Tú León, sólo tú!, responde el conejo asustado.
El León lo suelta y hace lo mismo con la tortuga, el jabalí, el búho, y se encuentra al elefante, lo toma por la trompa y le pregunta:
Elefante, ¿Quién es el Rey de la Selva?
A lo que el elefante lo enrolla en su trompa y lo golpea repetidas veces contra el piso, y los árboles cercanos, y lo lanza contra un muro de piedra.
Se levanta el León todo moreteado y dice:
¡Pero bueno, vale, si no sabes no te pongas bravo!