El sabor amargo de la venganza

Publicado el 09 noviembre 2014 por Lluna

Oscar, es un atractivo profesor de universidad, a pesar de tener una buena esposa, Celia, le gusta disfrutar con otras mujeres, Celia es enfermera, suele trabajar turnos de doce horas a días alternos y dos fines de semana mensualmente le corresponde guardia, es cuando Oscar aprovecha para encontrarse con alguna de sus amigas, viaja a una ciudad a pocos kilómetros, donde hay  un  complejo hotelero, piensa que así preserva su intimidad, pues allí es difícil que miradas indiscretas  le reconozca, a pesar de alguna de sus compañeras ocasionales le ha causado algún problema al enamorarse de él,  pretendiendo algo más de él,no tiene intención de acabar con sus devaneos.
Esta semana, se verá con Judith, una comercial que conoció en su trabajo, es una bella mujer, recién divorciada, ansiosa por  vivir aventuras, conocer hombres, alardear de conquistas, aún le duele  su fracaso sentimental. Oscar nunca miente a sus amigas, él solo busca disfrutar del sexo y buenos momentos,  dice  amar a su esposa, pero los años han transformado la pasión en  monotonía y necesita se siente lleno de vida y tiene mucho que dar, mientras conserve esa libertad de movimiento, seguirá con sus aventuras.
Judith, espera a Oscar en un bar frente al hotel  en el que Oscar ha reservado habitación, la mujer es el centro de atención de un grupo de hombres que comparten unas copas, hermosa, sola frente a un gintonic, a primera vista, está ahí en busca de compañía, uno de los hombres, sin pensarlo se acerca a ella, intenta entablar conversación con ella, los demás observan atentos, Judith le susurra algo al oído, el hombre la mira y se marcha sonrojado, en ese momento entra Oscar, Judith le sonríe  y camina hacia él, de su brazo salen de bar, Oscar la observa sutilmente, es una mujer muy llamativa y más con la blusa semitransparente color rosa y la falda corta negra, se registran en el hotel, suben a la habitación, Oscar pide que les suban el almuerzo, mientras Judith se da una ducha, Oscar la espera  con la comida en la mesa, ella aparece envuelta en una bata negra que deja intuir su belleza, Oscar, no sabe si comenzar a comer o pasar al postre.
Con una copa de brandy en la mano, Judith, se sienta sobre las rodillas de Oscar, besa sus labios, él se descontrola, en unos segundos acaban bajo las sabanas, esa mujer es un como un terremoto de fuego para Oscar, acaba exhausto, Judith le ofrece otra copa de brandy, mientras se pasea frente a  él desnuda, Oscar necesita dormir un poco, ha  bebido demasiado, ella juega con él, le acaricia el cabello, recorre su torso con los dedos, Oscar no puede resistirse a aquella mujer  tan ardiente, pero el cansancio y el alcohol le vencen, Judith yace junto a él, lo contempla dormir. Al despertar, Oscar busca  a esa hechicera, ella no está en la habitación, piensa que habrá salido a dar un paseo, a la media hora, regresa Judith, preparada para dejar el hotel, ambos recogen sus cosas, se despiden en la entrada con un beso, cada uno se dirige a su automóvil.
Oscar, conduce pensado en aquella mujer tan fascinante, en este tiempo de escapadas, es la única que le ha dejado la necesidad de volver a verla, con otras ha repetido, pero Judith despierta en él algo distinto, intentará quedar  dentro de dos semanas. Unos días después llama a Judith, enloquece por pasar un rato con ella, esta acepta verlo nuevamente el fin de semana, le encantaría pasarlo entero con él, pero sabe que no puede ser. Se encuentran en el mismo bar de la vez anterior, durante dos meses se convierte en  habitual sus encuentros, incluso alguna escapada entre semana, Oscar, se está enamorando de Judith, no puede evitar decírselo mientras hacen el amor, ella se limita a sonreír. Falta poco para regresar cada uno a su vida, Judith sale del baño tras ducharse, pero su actitud es distinta, parece otra persona, seca, cortante, se despide y deja la habitación, Oscar, aún está en la cama, la contempla marchar, no entiende que ha pasado, la llama al móvil pero no responde, lo intenta durante el camino , aunque tampoco se lo coge, bueno lo sea ya se le pasará.
Al llegar a casa, Celia ya está allí, en la cocina preparando la cena, le pregunta donde ha estado, un tanto molesta, Oscar le observa extrañado, es la primera vez que  Celia le hace esa pregunta, ella sabe que cuando no está, él no se queda en casa, Oscar, responde que ha visitado a un amigo, Celia baja la mirada y calla, Oscar se acerca intentado abrazarla, pero ella le rehúye, él piensa que no es posible que su esposa sepa nada, son años viendo a otras mujeres y nunca  ha sospechado nada, cenan en silencio y sin mirarse, la situación es violenta, Oscar le pide un café a su esposa, esta aparece con dos tazas, muy seria le pregunta quien es Judith, intentando mantener la calma, se encoge de hombros, no conoce a ninguna Judith, Celia se levanta, coge un sobre y se lo tira encima de la mesa, él lo abre, una foto de él desnudo en una cama, sobre él, una mujer de espaldas, también una grabación de voz, donde se escucha a Oscar hablando con aquella mujer  la llama Judith, ambos gimen, gritan, están haciendo el amor, finalmente, Oscar diciendo a Judith que la ama, Celia llora amargamente, en el sobre una lista de nombres de mujeres con las que Oscar ha estado, algunas, amigas de Celia, alguien lo ha estado vigilando, Celia le grita que se marche de casa , no quiere verlo más, Oscar trata de tranquilizar a su esposa, pero sabe que no hay nada que hacer para arreglar aquello. Oscar sale de su casa, va a casa de su hermano Antonio, le cuenta que ha peleado con Celia, Antonio, prefiere no saber detalles, pasará esta noche allí, mañana pensará que hacer, de nuevo intenta contactar con Judith, ahora si responde, pero no es ella, un hombre atiende su llamada, ha caído en una trampa, por la mañana se verá con ese tipo.
A la hora prevista, Oscar camina hacia el parque donde le espera Judith con un hombre alto y fuerte, se dan a conocer, Oscar los mira avergonzado, todo lo preparó Elena, una  que fue gran amiga, ella esperaba tener una relación duradera y exclusiva  con Oscar, al sentirse  despechada cuando Oscar dejó de verla a ella para hacerlo  con otra mujer , contrató a un detective, que siguiera sus pasos, Judith colabora como señuelo, era un montaje para humillar a Oscar, la mejor manera de dañarlo era enviando las pruebas a su esposa, la mujer que ideo todo, conoce a Celia, sentía lastima por ella, pensaba que era demasiado buena persona para vivir con un sinvergüenza como Oscar, intuía la reacción de ella, alejarlo de su vida, como él le hizo a Elena, a esta la abandono su esposo, no sabía cómo, se enteró de su historia con otro hombre y cuando ella le contó a Oscar, este respondió  que no volverían a verse.
Oscar, había perdido todo, su esposa, su hogar, su dignidad, pasaría uno tiempo con Antonio, mientras meditaba que hacer con su vida, se siente como un muñeco roto.
Magda Jardí
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