Como todos sabréis el salmón constituye uno de los alimentos esenciales tanto en la dieta Dukan como en otras dietas hiperprotéicas. En concreto en la Dukan se puede tomar desde la fase de ataque, siempre con especial cuidado de la forma de cocinarlo, pues debe cumplir las directrices de la dieta, para mí la mejor forma de cocinarlo es a la plancha, que pasa por ser junto con el ahumado la mejor forma de tomar este excelente alimento.
Muchos estaréis pensando que el salmón es un pescado muy graso y en parte tenéis razón. De media suele tener un 11% de materia grasa pero no es del todo malo porque esta grasa es rica en omega-3 que ayuda a disminuir los niveles de colesterol malo y triglicéridos en sangre además de prevenir la formación de coágulos y trombos.
Si hablamos de vitaminas el salmón no es especial rico en este tipo de nutrientes, es decir, destaca la presencia de algunas pertenecientes al grupo B como la B2, B3, B6 y B9 y B12 pero no en cantidades que lo haga especialmente atractivo por este aspecto. Donde sí lleva un poco de ventaja es en el hecho de que es una fuente de magnesio y yodo teniendo además un contenido en hierro inferior a la mayoría de pescados. El magnesio se relaciona con el funcionamiento del intestino, nervios y músculos. También forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y tiene un suave efecto laxante. El yodo es indispensable para el buen funcionamiento del tiroides, así como para el crecimiento del feto y el desarrollo de su cerebro. Sin embargo, el mayor atractivo para los que hacen dieta es su alto aporte de proteínas que suele rondar el 21%, lo que con todo lo comentado anteriormente le convierte en una auténtica joya para los que hacen la dieta Dukan y otras similares.
Aquí os dejo una tabla nutricional modelo de este excepcional pescado para que os hagáis una idea de su poder nutricional.
Composición por 100 gramos de porción comestible
Calorías 179,8
Proteínas (g) 20,2
Grasas (g) 11
*G. saturadas (g) 1,9
*G. monoinsaturadas (g) 4,4
*G. poliinsaturadas (g) 3,1
Hierro (mg) 0,4
Magnesio (mg) 27
Potasio (mg) 360
Fósforo (mg) 250
Sodio (mg) 45
Yodo (microgramos) 37
B1 o tiamina (mg) 0.23
B2 o riboflavina (mg) 0.13
B3 o niacina (mg) 7,2
B6 o piridoxina (mg) 0.75
B9 o ácido fólico (microgramos) 16
B12 o cianocobalamina (microgramos) 4
Vitamina A (microgramos) 13
Vitamina D (microgramos) 8
Vitamina E (microgramos) 1.9
Yo el salmón lo suelo tomar de dos formas: a la plancha y ahumado, en ambas formas tratando de cocinar lo menos posible y buscando la rapidez en su elaboración.
Cuando lo tomo ahumado suele ser en una tortilla francesa, fácil de elaborar, le añado el salmón ahumado hecho virutitas para que así la tortilla quede algo más sabrosa y con más proteína. Tengo que decir que la tortilla francesa me la hago con un huevo y tres claras para así disminuir su contenido en grasa y aumentar el aporte proteico. También lo suelo tomar hecho unos rulitos rellenos de queso en crema 0% grasa. Esta forma de comerlo debo decir que está bien pero harta mucho, te comes un par de rulitos y te quedas lleno pero queda muy bien para poner un plato en el centro de la mesa para compartir. Una variante de esta es añadirle al queso 0% grasa algunas especias, aquí usad la imaginación y probad, si encontráis una combinación especialmente deliciosa compartidlo aquí para que todos lo probemos.
Cuando lo tomo a la plancha pues poco tiene que explicar, se pone el salmón a la plancha y se condimenta un poco según los gustos de cada uno. Yo le suelo añadir un pelín de estragón justo antes de sacarlo de la plancha, así le confiere un leve aroma que a mí me gusta mucho.
Para hacerlo a la plancha se puede comprar fresco en cualquier pescadería. Yo suelo recurrir a la sección de congelados. Lo suelo comprar así porque al menos donde yo lo compro, el lidl, viene en porciones y me resulta muy cómodo ya que saco del congelador la noche antes la porción que comeré al día siguiente dejando el resto en el congelador para otro día. El salmón que compro congelado se congela prácticamente recién pescado y según la información del envase no lleva ningún tipo de aditivos ni conservantes, lo que me da cierta tranquilidad.
Para finalizar me gustaría hacer una advertencia sobre el salmón. Es un alimento con alto contenido en purinas, que en el organismo se transforman en ácido úrico, por lo que los médicos aconsejan moderar su consumo en caso de hiperuricemia o gota. Además, cabe destacar el contenido de sodio, tanto del salmón ahumado como de las huevas, con respecto al fresco, (motivo adicional para comprarlo fresco) debido al añadido de sal como conservante; aportan sobre unos 1500 mg de sodio. Por este motivo el consumo de ahumado como las huevas se desaconseja en caso de hipertensión u otros trastornos asociados a retención de líquidos, por eso mayoritariamente lo tomo a la plancha mucho más que ahumado.
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Hasta la próxima.