Ayer se me planteó una duda.
Una de mis contertulias, allegadas por cuestiones de sangre y
por fidelidad a la hora del café, me dijo que la nueva imagen del blog no
acababa de convencerla y que había dejado en ella una cierta sensación de
tristeza, como si le faltara algo de brillo a este nuevo verde con el que he
querido inaugurar la temporada.
Y la verdad es que me vine a casa dándole vueltas a la
decoración del saloncito. Supongo que la mayoría de los que a estas alturas de
párrafo continuéis leyendo semejante paranoia, pensaréis que es una exageración
llevar hasta el extremo de la encuesta, algo tan nimio o tan insulso como el
color del papel pintado de este rincón de la “globoesfera” donde alojamos
nuestras tertulias. Pero creo que no hay nada más agradable en el mundo que el
entorno cálido de la salita donde se toma el café, y aun sabiendo que puedo
rozar la frivolidad, me he permitido dejaros una encuesta. En ella podréis
votar, hasta el domingo que viene, si dejamos como está la pared donde rebotan
nuestras voces, o si sería mejor volver a tomar el rodillo de los colores y la
cola que pega por un tiempo el papel pintado donde se escriben los secretos.
Además de la encuesta, por supuesto acepto sugerencias en
los comentarios. Vuestra es la decisión, vosotros sois mi democracia.