Revista Diario

El secreto del Cirque du Soleil: pasión por las personas

Publicado el 10 julio 2014 por Sergio_sosa @sergio_sosa

Hoy tenemos el inmenso placer de contar con el aporte de un gran facilitador y mejor amigo: Juan Carlos Jiménez. En este post, Juan Carlos comparte sus impresiones sobre el significado del aporte de los integrantes de Cirque du Soleil:

Mucho se habla de la importancia de “la gente” para el éxito de los proyectos económicos, sociales y políticos. Sin embargo, en la práctica, ¿cuántas organizaciones realmente valoran a la gente con autenticidad?

En una entrevista reciente, Lyn Heward (directora creativa de Cirque du Soleil) reveló que el gran secreto de una de las compañías más innovadoras del mundo es invertir en las personas, cultivarlas y mantener la pasión en ellas.

El Cirque du Soleil o “Circo del Sol” (como se suele traducir al español) es una empresa que revolucionó el complejo mundo del espectáculo. La innovación de su trabajo ha seducido a millones de espectadores en todo el mundo y los ha convertido en “fans”.

La impecable calidad de todo lo que hacen se ha mantenido en el tiempo de manera sostenida. Sus shows y productos complementarios, en constante crecimiento, se han convertido en una referencia mundial de profesionalismo.

“No hay nada como un vendedor apasionado o un mesonero apasionado. La pasión es lo que más vende tu producto. Pero esa pasión depende de la identidad que el talento siente con la empresa. Por lo tanto, lograr la mayor identidad del talento es lo más significativo en toda aventura creativa o empresarial que inicies”.

Con la anterior afirmación Heward nos dice que debemos tomar muy en serio a las personas desde el mismo instante en el que ingresan a nuestro equipo. El acto de la selección y reclutamiento es un momento decisivo para el futuro de los colaboradores.

Es vital saber identificar el talento de acuerdo con la cultura y necesidades de la organización, pero también es esencial mantener nuestro interés en su desarrollo y crecimiento, tanto personal como profesional.

La pasión es un atributo del arte

Cultivar la pasión del talento humano no es una responsabilidad exclusiva del departamento de Recursos Humanos en las organizaciones. Debería ser un valor fundamental de la cultura corporativa, y debería expresarse en la pasión hacia el trabajo y la atención hacia todos los clientes.

La pasión por las personas, como valor, debería manifestarse en cada integrante del equipo en su trato cotidiano con sus clientes externos e internos.

La pasión por lo que se hace es una postura ante la vida. Se deriva de la decisión personal de darle un significado superior a cada acción cotidiana, cualquiera que sea el trabajo. Quien trabaja con pasión descubre que esa energía especial en lo que hace es su principal fuente de plenitud.

Por supuesto, la pasión de los empleados implica que tengan metas y objetivos claros, no sólo profesionales sino también personales. Pero la empresa debe ayudar a sus colaboradores a alinear sus metas individuales con la misión y la visión de la empresa. Esta es la esencia del trabajo de cultivar la cultura corporativa, lo cual es también un arte.

Mantener viva la llama de la motivación en los colaboradores no es únicamente un asunto de políticas de compensación salarial y vigilancia de las normas. La llama de la motivación requiere de genuina confianza y verdadera valoración a cada persona para promover el desarrollo de su potencial y, especialmente, su propia capacidad de automotivación. En el Cirque du Soleil asumen este reto como uno de los más importantes de su día a día. Ellos saben que atender clientes con arte es sumamente rentable.

En tal sentido, la empresa y sus líderes tiene la misión de comunicar y compartir (o sea, practicar) el valor del servicio a los demás como un arte capaz de asombrar y conmover a todos con su desempeño. No importa el área del negocio, ni sus dimensiones, y esto aplica a todo tipo de organización.

Con esta visión de arte supremo, cada miembro del equipo asume la responsabilidad individual de atender y servir con dignidad a todos, porque en el proceso se dignifica a sí mismo con lo que hace.

No tenemos que ser magos, atletas, músicos, coreógrafos, bailarines, pero sí debemos ser acróbatas en la misión de interesarnos por el bienestar de quien tenemos enfrente cada día.

El Cirque du Soleil garantiza su éxito al identificar, desarrollar y retener el talento y Heward asegura que fomentar una sinergia creativa es una de sus mayores fortalezas: “El secreto está en encontrar el talento y mantener viva la pasión de esas personas.”

vía El secreto del Cirque du Soleil: pasión por las personas.


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