Pese a las quejas de los varones occidentales porque les hace doler la manita, mister Trump conserva su viril apretón de mano.
[Durante la celebración del Día de la Bastilla en París, el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo galo, Emmanuel Macron, intercambiaron un apretón de manos que duró casi medio minuto.
[Donald Trump está llevando los apretones de mano a otra dimensión. Si hay una escena que está caracterizando al presidente de los Estados Unidos son su saludos con otros mandatarios mundiales. El magnate neoyorquino los aprovecha para apretar fuerte a sus interlocutores y zarandearlos con vigor ante la prensa.
Tal vez un modo para decir alto y claro al mundo: “¡Aquí mando yo!”.]
(Exacto, y quien pretende gobernar un país importante debe ser capaz de aclararle que no, suponiendo que sea cierto.)
(Al primer ministro japonés, Shinzo Abe, le dio un apretón de 19 segundos.)]