El signo de Leo, los valientes leones del zodiaco

Publicado el 11 diciembre 2012 por Jocoma171212












Signo de Leo son los nacidos entre el 24 de Julio al 23 de Agosto

El Símbolo de Leo es el actor y showman del zodiaco.

El Astro que gobierna a los Leo es el Sol.

El Símbolo de Leo es "El León" por su valentia, fuerza y dignidad

Es un elemento de Fuego se le asocia con la generosidad, nobleza, la franquezal y la fidelidad en el amor.
El único Color de los Leo es el color Oro.
Sus piedras son el Rubi el Diamante y el Jacinto.
El metal, como no es el Oro.
Las flores preferidas de los Leo son los girasoles y las potentilla.


Leo, el León, rige a todos los demás animales. Leo la persona, te rige a ti y a todo el mundo (Sí, si ya sé que en realidad no es así. Pero no se lo digas, por favor. Le destrozarías su cálido y tierno corazón de egoísta.) Lo mejor es contertarle, porque entonces ronronea, en vez de rugir y darte un susto poco menos que de muerte. El León alterna entre ser decididamente gregario y una hermosa indolencia, mientras sofoca un sibarítico bostezo. Si quieres estudiar algunos ejemplares, date una vuelta por los lugares más iluminados y chispeantes de la ciudad. Por lo menos la mitad de la gente que encuentras viviendo a la última moda serán Leo. Hasta los gatitos más tímidos se sentirán cómodos viviendo así. A Leo le enferma la oscuridad tanto como el aburrimiento.
No hay Leos introvertidos, los hay únicamente que se hacen los introvertidos, y es importante que lo recuerdes. Tal vez encuentres algunos Leones que mantengan atenuado al Sol que les rige y se muestren silenciosamente fuertes, dignos y decididos, pero no te dejes engañar por la suavidad de sus ronroneos. Incluso los Leos más suaves están en su fuero íntimo convencidos de su regio derecho a dominar sobre amigos y familiares, mientras atisban desde detrás del telón, en espera del momento de salir a escena.
En cuanto a los atributos físicos de este signo solar, simplemente mira a tu alrededor en busca de gente que se parezca a un león o una leona, con su melena que se aparta hacia atrás de la cara y su mirada engañosamente ociosa. Los leones caminan erguidos y orgullosos, con el suave deslizamiento de un gato. En las mujeres se combina una gracia flexible con una intensidad oculta y estremecedora. Este último rasgo puede disimularse bajo una naturaleza suave, por lo general serena y estable. Pero no olvides que la leona está siempre pronta a saltar si se siente amenazada. Aunque las lleve envainadas, tiene las garras afiladas.
Notarás en Leo un aire de mando y un porte majestuoso, porque el león mira con desdén a todos los simples mortales que están por debajo de él. Por lo común, es muy deliberado en sus movimientos y en su discurso. Es raro que Leo hable deprisa, corra, e incluso que camine con rapidez. En un grupo, el león no pasará mucho tiempo inadvertido: será el centro de atención, bien con sus acciones y afirmaciones dramáticas, bien poniendo mal gesto y escondiendo la cara entre las manos hasta que alguien corra a preguntarle que le pasa.
A Leo le encanta dar consejos gratuitos y es especial para decirle a uno con cierto aire de superioridad y condescendencia, cual es la forma exacta en que debería ordenar su vida.
Es ese amor por la enseñanza lo que lleva a tantos de este signo a convertirse en educadores, políticos y psiquiatras. La vanidad es su talón de Aquiles. Para él, la adulación es un estimulante, la falta de respeto le pone ciego de furia, y ambos extremos le hacen incapaz de formular un juicio equilibrado. Algunos leones consiguen controlar con éxito estas tendencias, pero siempre están latentes en el signo solar y se hacen presentes hasta cierto punto.
Leo no puede dejar de sentirse superior y de comportarse de manera teatral, de vez en cuando.
Leo es sumamente astuto, en muchos sentidos. Es pues un excelente organizador y sabio distribuidor de obligaciones. Sus órdenes son sorprendentemente efectivas cuando controla los efectos dramáticos, porque el León puede ser un maestro en el arte del discurso simple y directo, aunque a veces huela un poco a teatral. Expresa generosa y abiertamente su aprobación, y sus lisonjas pueden ser tan exageradas como para confundirle a uno. Tampoco se avergüenza de sentir disgusto. Por lo general, lo que dice es lo que siente. Es posible que aplaque o que resulte quemante, pero nunca pasará sin dejar huella.
Las regias maneras de este signo solar se despliegan cuando el hombre o la mujer Leo reciben invitados. Uno se siente como si estuviera en un palacio real. La gente de Leo rodea a sus invitados con gran abundancia de la más exquisita comida, buenos vinos y buena música.
No encontrarás muchos solterones y solteronas nacidos bajo este signo solar. Si tropiezas con alguno no te formes una opinión definida hasta que no hayas mirado discretamente dentro del tocador. Siempre hay algún amante oculto en las inmediaciones de la guarida del León. Es posible que no esté casado cuando le conozcas, pero estará enamorado o a punto de estarlo, o bien acabará de salir de un episodio romántico y le encontrarás con aire patético y perdido. El fiero orgullo de Leo es causa de que muchos romances y matrimonios se hagan pedazos. Un León sin pareja suele ser muy triste espectáculo, pero cuando su orgullo ha sido afrentado por su pareja, sea esta legal o no, es posible que pierda su aspecto de tristeza y se muestre feroz, en cambio. De todas maneras, no hay quien pueda aguantar más con estoica dignidad, o adaptarse, cuando es necesario, valientemente a las condiciones más deprimentes, con auténtica energía y optimismo.
Como la tendencia a perdonar y olvidar es parte de la naturaleza íntima de los grandes felinos, las reconciliaciones son, en la vida emocional de Leo, casi tan frecuentes como las rupturas, una vez que el chisporroteo de la dignidad ultrajada se ha extinguido y que el gato cobra conciencia de su soledad. Leo está casi continuamente ahogado por la pasión, no solo por el sexo opuesto, sino por la vida. Tanto para los Leones como para los tímidos gatitos, la vida sin amor es como un cheque sin fondos. Para ellos, cuando el romance se extingue, el Sol deja de brillar.
Son hombres y mujeres que jamás se apoyan en los demás. Prefieren, más bien, que se apoyen en ellos. La responsabilidad para con los débiles y los desvalidos les fascina. Si oyes que Leo se queja con dramáticos rugidos de que todo el mundo depende de él y de que es el único que carga con todo, ni se te ocurra preocuparte. A él eso le encanta.
Aunque Leo pueda estar sin un céntimo, siempre sabe que ya encontrará la manera de volver a llenarse los bolsillos. Son muy pocos los de este signo que se muestran cuidadosos con el dinero. Hasta los raros ejemplares de este signo que son ahorrativos se visten con ropa cara y siempre aparecen bien presentados. Leo quiere todo de primera y lujoso, y gasta sin privarse cuando se trata de diversiones y placeres.