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El silencio de tu nombre (Andrés Pérez Domínguez)

Publicado el 16 enero 2013 por Montse @almaprendida
El silencio de tu nombre (Andrés Pérez Domínguez)Datos técnicosTítulo: El silencio de tu nombreAutor: Andrés Pérez DomínguezEditorial: Plaza&Janes. Colección: ÉxitosPrimera edición: Octubre de 2.012
SinopsisCuando Erika Walter, viuda de un agente secreto alemán, huye a Madrid con un importante legajo de documentos que implican a altos cargos nazis en el exilio, su amante Martín Navarro, ex miembro del PCE, se ve obligado a abandonar París y perseguirla. Aunque sabe que en España le espera la cárcel si es capturado por la policía franquista o la muerte por traición si sus camaradas del partido le descubren, Martín lo arriesgará todo, incluso sus convicciones ideológicas, por volver a reunirse con Erika. Con la policía, los nazis, los comunistas y la CIA pisándoles los talones, ambos amantes se verán envueltos en una trama de espionaje e intereses ocultos más compleja y peligrosa de lo que nunca hubieran imaginado.
AutorSegún su blog, nació en Sevilla en 1.969. Autor de las novelas El violinista de Mauthausen (Premio Ateneo de Sevilla 2009), El síndrome de Mowgli (Premio Luis Berenguer, Algaida, 2008), El factor Einstein (2008), La clave Pinner (2004), las novelas cortas Los mejores años (Premio José Luis Castillo-Puche, 2002) y Duarte (Premio Tierras de León, 2002), las colección de cuentos El centro de la Tierra (finalista del premio Setenil), Estado provisional (Premio Ciudad de Coria, 2001), y el relato Ojos Tristes (Premio Internacional de Cuentos Max Aub, 2001).
ArgumentoMartín Navarro es un exiliado español en París, miembro del Partido Comunista, que se dedica a traducir textos de autores rusos.
Un día se presenta allí un "camarada" a pedirle explicaciones y a comunicarle que su amante, Erika, viuda de un espía alemán, ha huido de Salzburgo y está en Madrid.
Martín abandona su refugio y se presenta en la capital de España buscando a su amada y por culpa de ésta se verá envuelto en una trama de espionaje internacional, en la que será perseguido por nazis, agentes secretos y la policía española.
  • Justo antes de saltar pensó que por llevar tanto tiempo huyendo era incapaz de recordar ningún momento de paz en su vida. Siempre corriendo. Siempre asustado. Como un delincuente. Como una rata. Ahora, igual que durante los últimos cuatro años: el andén de una estación, el cruce de una carretera abandonada, la ventana de la habitación de una pensión desde la que se asomaba intranquilo a la calle porque cualquiera de los hombres que se acercaba podría venir a buscarlo para pedirle cuentas.
  • Se había instalado en las pequeñas rutinas de cada día y, aunque temía que la tranquilidad impostada en que vivía terminara en cualquier momento y el pasado le estallaría en la cara, a veces conseguía olvidarse de todo, de quién era y de quién había sido, de que antes o después alguien iría a buscarla, a ella o a lo que Emil le había pedido que escondiese.
  • Llevaba media vida peleando por los ideales en los que creía, había luchado en dos guerras que le parecieron justas, matado a hombres en batallas, a muchos sin llegar a verles la cara, y a otros después de la guerra porque el Partido los había señalado como traidores, a un palmo de distancia, de frente si era posible, mirándolos a los ojos y dictándoles la sentencia como un juez con una pistola en la mano al que no se le puede suplicar clemencia. Lo había hecho sin rechistar, sin hacer preguntas, convencido de las razones más grandes que él, y más grandes que cualquiera, por las que debía acabar con ellos.
  • Once años después del final de la guerra civil, España seguía siendo un país deprimido en el que la mayoría de la población tenía que hacer juegos malabares con las cartillas de racionamiento para poder comer tres veces al día, pero también era cierto que, para alguien con el dinero suficiente, Madrid resultaba una ciudad espléndida en la que vivir. 

Opinión personalEste libro ha sido, para mí, una de las grandes revelaciones del año que ahora acaba. Desde las primeras páginas pensé: "si sigue así, va a llevarse un diez; ni se puede escribir mejor ni contar una historia encuadrada en esa época tan "desconocida" de una manera más amena". Si continuáis leyendo conoceréis el motivo del 9,5 (estoy segura que más de uno habríais hecho lo mismo).
Lo que más me llamó la atención del libro fue su título, porque al autor lo conocía, pero no había leído nada de él. A ese título le encuentras su verdadero significado durante la lectura, y si eres una romántica sin  redención, como es mi caso, la primera frase en la que aparece la subrayarás, seguro (pero hacía mucho tiempo que Navarro comprendió, y aceptó, que había llegado el momento en que no querría sino pronunciar el nombre de una mujer el resto de su vida); esto es solamente un aperitivo...Lo he catalogado como narrativa española, pero El silencio de tu nombre podía perfectamente encuadrarse dentro del género histórico (a mí lo de ficción histórica no termina de convencerme, lo siento); además la novela se sustenta en una poderosa intriga y tiene dosis de aventuras junto con una gran historia de amor. La novela trata muchos temas, aunque destacan por encima de todos el fanatismo político, el idealismo, la amistad y el amor.Ambientada en varias ciudades europeas, como Salzburgo, París, Madrid y Sevilla, el peso de la obra se desarrolla fundamentalmente en las dos últimas, en el año 1.950.Escrita en tercera persona, con un narrador omnisciente, que nos va contando la historia según los puntos de vista de tres personajes principales (Martín Navarro, Erika y Gregorio), siguiendo un orden cronológico lineal, roto por muchos flashbacks y raccontos, está estructurada en un prólogo y cuatro partes, subdividas a su vez en 24 capítulos con su correspondiente título, encabezamiento que nos pone en antecedentes de lo que vamos a encontrarnos en el mismo.Con un estilo directo y ágil, aunque con una prosa exquisita y depurada y un vocabulario muy rico, la trama, muy bien construida, es muy sólida, sin costuras y sin ningún cabo suelto.
El ritmo medio, para que podamos paladear la deliciosa forma de escribir del autor, que me ha sorprendido muy gratamente, tanto que, desde ahora, ha pasado a engrosar la lista de mis escritores favoritos, de esos que cuando coges una novela suya sabes que, bajo ningún concepto, te vas a equivocar y vas a disfrutar de un rato, unas horas o unos días pasando páginas sin cansarte de leer.  
Me ha extrañado, porque es algo a lo que no estoy acostumbrada, la forma de transcribirnos los diálogos el autor; hay muchos en estilo indirecto, en lugar de la forma al uso.
Respecto a los personajes, perfectamente conseguidos; hacía tiempo que no me encontraba con unos tan redondos en una novela (tanto los masculinos como los femeninos, que siempre suele fallar alguno de los géneros). A todos los conocemos, fundamentalmente, por sus diálogos y por su forma de actuar.
A Martín Navarro lo podíamos considerar como un idealista, tanto en el aspecto político como en el amoroso; con Erika no he llegado a empatizar en ningún momento, posiblemente porque me he sentido más identificada siempre con su amante; Gregorio León, periodista deportivo, amigo de Martín y comunista como él, es, posiblemente, el personaje más entrañable del libro (maravillosas sus conversaciones con Ramón Bocanegra, un inspector de policía un "poquito especial" para la época y, además, del Atleti; también su relación con Marina, otro personaje de lo más emotivo); y Mercedes Corrientes, rica, beata y más lista que el hambre, a la que le hubiera pegado dos guantazos en más de una ocasión; hay muchísimos secundarios, pero ninguno es una mera comparsa, todos tienen un papel fundamental en la historia.
Los escenarios y ambientes muy logrados, desde los bares de alterne a los viajes en tren; la época (como he dicho con anterioridad, una de las grandes desconocidas de nuestra historia), perfectamente retratada.
El desenlace imprevisto y desconcertante (por lo menos para mí, que me gustan los finales cerrados, y aquí el autor lo deja a nuestra imaginación; el libro es autoconclusivo, aunque podría dar para una trilogía entera, porque yo no me cansaría de leer más sobre Martín Navarro, Erika y compañía, pero me hubiese encantado que el autor no hubiera dejado nada a mi invención).
Resumiendo: uno de los mejores libros que he leído este año (y en el escaparate de la librería de al lado de mi casa sigue estando expuesto el de ya sabéis quién y El silencio de tu nombre ni estuvo ni está; si es que siempre tengo que terminar enfadándome, no sé como me las apaño), una novela ¡¡¡MAGRISTRAL!!!, desde la primera palabra hasta la última.
Como siempre, últimamente, os dejo un par de párrafos para terminar, que no son los más impresionantes, pero sí con los que, seguramente, esté más de acuerdo:
  • Los gobiernos vienen y van, que el color de los que mandan puede cambiar de la noche a la mañana y nada es para siempre. Lo del Atleti era otra cuestión: un sentimiento, unos colores.
  • Unos cuantos tipos borrachos de poder que manejan las vidas de millones de desgraciados tan ingenuos como para dejarse matar por sus ideales. Mafiosos, gente con pocos escrúpulos capaz de engañar a otra mucha gente desesperada que tiene la mala suerte de confiar en ellos.
Valoración: 9,5
Leído el 27 de Diciembre de 2.012
El silencio de tu nombre (Andrés Pérez Domínguez)

Montse Martín



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