No veremos a ningún trabajador pidiendo un reajuste salarial equitativo a los precios actuales. Tampoco veremos a ninguna madre obrera reclamando la exterminación de la dualidad monetaria que afecta básicamente al obrero asalariado. No veremos a nadie gritar un lema “original” a favor los trabajadores cubanos mostrando protagonismo. ¿Qué hay detrás de todo este desfile “solemne”?
Primeramente el gobierno lleva semanas movilizando a todos los trabajadores y estudiantes. Los trabajadores están obligados a ir al desfile si desean conservar su puesto de trabajo o no aparecer en la detestable lista de “contrarrevolucionarios” que les puede tronchar el futuro. Para los centros de trabajo y escuelas, el estado habilita cientos de autobuses encargados de transportar a las personas directamente desde el punto de recogida hasta la plaza, para evitar que alguien pueda escapar. Por otra parte los estudiantes que no vayan al desfile difícilmente podrían obtener una valoración positiva a final de curso, pues en estos “avales” existe un punto llamado “integración política”. En fin, el estudiante o trabajador que no vaya al desfile del 1ro de mayo: está “jodido”.
Escucharemos mucho ¡Viva la Revolución!, ¡Viva Raúl!, ¡Viva el Socialismo!, ¡Viva Fidel! Pero al final del día cada cual volverá a la realidad, a la sufrida agonía de no tener nada para comer (pues como estaban desfilando no pudieron “resolver” la comida de esa noche). Le daremos al mundo la cara de un apoyo masivo a nuestros gobernantes y alguno que otro será entrevistado por la televisión y le agradecerá mucho al comandante.
No habrá ninguna diferencia con el desfile del 2012, ni con el del 2011, ni siquiera con el del 2000. Pondrán las mismas canciones. Como es así, soy partidario que retransmitan cada año el mismo desfile grabado, al final nada cambia y ahorrarían dinero público.
La Gran oportunidad de que el pueblo trabajador pueda expresar sus peticiones reformistas, el gobierno cubano la manipula para demostrar un auto-apoyo político. Cinco décadas de apoyo, consignas, lemas; cinco décadas perdidas.
Hoy no iré a la plaza, el presidente del CDR seguro me apuntará en alguna lista perversa, pero no tengo ningún compromiso con la “Revolución”. Dedicaré mi día a investigar cómo solucionar el grave problema de los miles de perros con sarna, enfermos y vagabundos que habitan y mueren en las calles a diario; mientras el resto de mis vecinos gritarán bien alto: ¡Libertad para los Cinco Héroes! ¡Posada Carriles Terrorista!
Mañana 2 de mayo, Cuba amanecerá como de costumbre, detenida, inmóvil pero con el mismo síndrome de la inercia eterna.