El sueño

Publicado el 04 mayo 2016 por Ana Undurraga
Tenía signos de abatimiento, se le veía cansado y necesitaba dormir. Yo le animé a ello. A la mañana siguiente le observé de soslayo y vi que no habían servido de nada las horas de descanso, callé un momento, en la confianza de que se sincerara conmigo. Pero su silencio me mataba, así que le hablé, su respuesta fue inmediata, como un resorte: ¡Cómo iba a dormir si había luna llena!

Tomada en Leioa. Bizkaia