El tamaño importa? (hablando de eBooks…)

Dos usos (tipos de lectura) se aplican a un eBook: los libros y los periódicos. En el primer caso, los libros no cuentan con un aspecto gráfico, son un bloque de texto en el que lo único que se cuida es la tipografía y el espacio interlineal. En cambio, en el caso de los periódicos se cuidan los aspectos gráficos, el número de columnas de una noticia, diferente tipografía si se trata de un titular, un subtítulo o cuerpo de la noticia… Los periódicos tienen identidad visual.

Y esta característica no viene siendo observada en la actual generación de eBooks, que muestran las versiones de las cabeceras como bloques de texto y que en alguna ocasión nos regalan una fotografía. Esta pobreza visual es debida a dos factores fundamentalmente: (1) fotografía es sinónimo de mayor peso del archivo que contiene la edición del periódico y que tiene que viajar por la red del operador que entrega el ejemplar (y que cobra por el tamaño del citado archivo) y (2) al tamaño de las pantallas y el coste de adaptación al formato. Con el tamaño de las actuales pantallas de los lectores la riqueza visual de las ediciones en papel no tiene cabida en pantallas de 6 pulgadas (salvo si eres capaz de leer letra minúscula), y adaptar dicha riqueza visual al formato del eBook para que la letra se pueda leer supone un coste de adaptación gráfica (y ya sabemos cómo está la industria como para soportar nuevos costes…)

Y aquí es donde hace su aparición la nueva propuesta de Skiff con un lector de 11,5 pulgadas con pantalla táctil y 4 Gb de memoria interna que USA trabajará con la red de Sprint y que se presentará oficialmente en el próximo CES en Las Vegas.

El tamaño en este caso se configura como una ventaja para soportar formatos como el de los periódicos que aporta la citada riqueza visual y que lo hacen infinitamente más atractivo, pero por contra, lo hace sustancialmente más grande e incómodo de transportar. ¿El tamaño importa en este ocasión? ¿Y en qué sentido lo hace?