Después de ponerme a revisar los 5 números de la revista digital La Caja de Pandora (para la que colaboro) y disfrutar leyendo parte del contenido del primer número dedicado íntegramente al tema del Holocausto (que os podéis descargar aquí), he sentido la necesidad de colgar en mi blog la entrevista que tuve la suerte de realizarle a la pintora Sofía Gandarias y que ya hace tiempo que llevo en mente compartir con los lectores que me seguís habitualmente, de vez en cuando o simplemente cualquiera que pase casualmente por mi espacio.
Los dos artículos que incluí en el primer número de la revista, con los títulos El triste sonido de la tragedia y El tenue color de la tragedia se sitúan justo al final de todo el primer número de La Caja de Pandora y, el segundo de ellos, es el que incluyo en el presente post.
Ahora sí, nos adentramos en una pequeña parte de la obra pictórica de una artista española que recomiendo a todo el mundo.
EL TENUE COLOR DE LA TRAGEDIA
Bajo la atenta mirada de Sofía Gandarias y, a través de sus pinturas pertenecientes a la serie “Primo Levi, la memoria”, permanece Auschwitz actualmente en el recuerdo.
Para mí el nombre de Sofía Gandarias desprende ARTE por donde lo mire. La pintora vasca nació en la ciudad de Guernica y empezó a pintar a los 12 años. Su obra, a menudo, recibe influencias musicales y literarias que, en el caso de la serie “Primo Levi, la memoria”también están presentes como fuente de inspiración para sus pinturas. Además, cuando le comenté a Sofía mediante correo electrónico que tenía previsto escribir sobre música y pintura en relación con el Holocausto me respondió: “Me parece muy acertada su idea de relacionar música y pintura, que es lo que vengo haciendo desde hace más de 30 años. Para mí al pintar la serie “Primo Levi, la memoria” ha sido imprescindible la Sinfoníanº 3 de Górecki.”
De la Sinfoníanº 3 de Henryk Górecki, para orquesta y soprano (de la que podemos encontrar un comentario bastante completo vía internet a través de la wikipedia) , conviene saber que el único movimiento que está directamente relacionado con la guerra es el segundo, ya que el texto que canta la soprano en este fragmento de la obra es un mensaje escrito en la pared de una cárcel de la Gestapodurante la Segunda Guerra Mundial. El primer movimiento representa un lamento de la Virgen Maríay el tercer movimiento es una canción folclórica sobre una madre que busca a su hijo, de ahí que la composición reciba también el nombre de Sinfonía de las lamentaciones, aunque Górecki aclara que “no es una obra sobre el Holocausto”, pues “durante muchos años buscó producir una obra específica en respuesta a Auschwitz, pero se resiste a aceptar esa interpretación de la Sinfonía n.º 3, que prefiere que se vea en un contexto más amplio”. Lo que es indudable en esta composición es el clima de lamentación patente a lo largo de toda la obra expresado a través del canto de la soprano y que se corresponde con el sentimiento de dolor y tristeza que cualquier persona siente cuando le separan a la fuerza de un familiar sin saber si lo volverá a ver algún día.
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Lamentación, dolor, tristezay el acompañamiento grave y obstinado (rozando el minimalismo) de las cuerdas que contribuyen a crear un ambiente de oscuridad. El timbre oscuro de la orquesta, a mi entender, se corresponde con el color negro y los tonos grisáceos que aparecen en todas las pinturas de la serie “Primo Levi, la memoria”. El color rojo de la sangre es otro color que siempre aparece en esta serie de Sofía Gandarias y en la música del segundo movimiento de la sinfonía de Górecki, desde mi punto de vista, este color simbolizaría el canto afectado de la soprano que lamenta la actitud violenta de los nazis y cuya letra está inspirada en el siguiente texto escrito en la pared de una celda de la Gestapo:
Mamá, no llores, no.Inmaculada Reina de los Cielos,Apóyame siempre.Ave María, llena eres de gracia.
(Zakopane, "Palace", celda n.º 3, pared n.º 3, Helena Wanda Błażusiakówna de 18 años, encarcelada desde el 25 de septiembre de 1944).
Al mismo tiempo, el color rojo de la sangre en contraste con el tono negro – tan oscuro como el pensamiento nazi – a mí me sugiere de inmediato el tema de la MUERTE.
Por otra parte, me ha llamado la atención el elemento del reloj, objeto común a la mayoría de los cuadros de la serie, que yo interpreto como el símbolo del largo paso de los años que representa el tiempo que duró la guerra y que, vivido desde la crueldad y el sufrimiento de las víctimas, debió ser un perído inacabable para los que recibieron el inmenso dolor de tal pesadilla. Además, los relojes de esta serie cada vez marcan una hora, lo que representa y hace pensar (desde mi subjetivo punto de vista) que la violencia de los nazis era practicada en todo momento y a cualquier hora.
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Sin embargo, no sólo la música sino también la literatura y en concreto el libro Si esto es un hombre, de Primo Levi, le ha servido a Sofía Gandarias como fuente de inspiración y como punto de referencia para realizar la serie de la que venimos hablando a lo largo de todo el artículo.
Según me informó directamente la pintora: “De esta exposición hay un catálogo con textos dedicados de Jean Samuel, el Piccolo compañero de campo, que asistió en Turín, la ciudad de la vida y la muerte de Primo Levi, a la inauguración de la exposición. También de Simone Veil, Reyes Mate, Gianni Vattimo, Gianfranco de Bosio comisario de la exposición y partisano entre otros.” Así pues, mi labor ha consistido en indagar y buscar información sobre estos textos y he encontrado una aportación muy importante, dedicada a la serie que nos ocupa, de Jean Samuel (judío alsaciano farmacéutico que en 1944 fue arrestado junto con ocho miembros de su familia por la GESTAPO,superviviente y ayudante de Primo Levi en el campo de Auschwitz, que murió en Estrasburgo el 6 de septiembre a la edad de 89 años) que fue publicada en elpais.com y que he considerado oportuno transcribir a continuación:
"Yo era un joven alsaciano, estudiante de farmacia, deportado por la Gestapo con toda mi familia. En el campo, me llamaban Pikolo por ser el más joven de los prisioneros del Kommando 98; con Primo trabajábamos como peones en la inmensa obra de la Buna, descargando vagones de ladrillos o sacos de 60 kilos de productos químicos.Había pedido a Primo que me diera lecciones de italiano.Transportábamos el Kessel, la marmita de sopa de 50 kgde un extremo a otro del campo. Primo se acordó del Canto de Ulises en la Divina Comediade Dante que me recitaba mientras en Auschwitz las cuatro chimeneas escupían llamas humanas de 10 metros de altura: "Considerad vuestra simiente: no fuisteis hechos para vivir como bestias, sino para conseguir virtud y conocimiento", dicen los versos del poeta que había vivido seis siglos antes que nosotros. Este episodio dio origen al capítulo central de Si esto es un hombre; fue, sin más, una iluminación de Primo, una nueva lectura de un Infierno que ni siquiera Dante pudo imaginar.Primo no dejaba nunca de repetir su deseo de testimoniar, "lo queramos o no, somos testigos y llevamos ese peso". Nos volvimos a ver a menudo. La última vez en 1985 me dejó un regusto amargo: el reaparecer del revisionismo, la falsificación de la historia nos preocupaban. Hoy más que nunca, tenemos que batirnos contra el racismo, la xenofobia y el antisemitismo...Lo quiera o no soy un testigo y llevo ese peso, voy a las escuelas, participo en conferencias, con mis nietos trabajo en nuestra asociación del pasado al futuro, transmisión y memoria con vocación europea".
Como indica el artículo de elpais.com, Jean Samuel leyó en la inauguración de la exposición este testimonio que había escrito para el catálogo de Sofía Gandarias y la muestra fue comisariada por el gran realizador Gianfranco de Bosio, que había puesto en escena Si esto es un hombre con Primo Levi en 1966, con la emocionada participación de varios artistas supervivientes de los campos.
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La serie “Primo Levi, la memoria” es una de las series con la que Sofía Gandarias ha conseguido más reconocimiento internacional, tanto en España como en Europa.
ENTREVISTA A SOFÍA GANDARIAS (21-04-2011)
- ¿Cómo nace su idea de ser pintora?
Amaba la música desde muy niña, vivía en una casa grande, en el campo, rodeada de animales, eran mis amigos, escuchaba cantar a los pájaros, cantaba con ellos, hablaba con los perros, por eso ahora que trabajo en “El coloquio de los perros” de Cervantes no me es difícil o no tanto que Berganza me hable y yo pueda contárselo al cuadro, el contenido del cuadro debe ser profundo, sobre todo su emoción o las emociones del artista. En ese ambiente de música y naturaleza, creo que sería hacia los 8 años, dibujaba y pintaba, cantaba y tocaba el piano y deseaba ser artista, lo demás---- He contado historias y sigo contándolas.
- Si tuviera que hablar de su estilo, ¿cómo lo definiría?
Es difícil, sobre todo porque estoy muy próxima a mi obra, la ordeno como si fuera una partitura. Soy disciplinada y con sentido del orden, pero… también tengo que luchar contra mi caos interior. No me gusta definir mi estilo, prefiero hablar de mi tiempo, el tiempo me preocupa, me duele como los cambios de luz, el pasado, el perdido, el que no sé si llegará y cómo llegará, es un mundo lleno de inviernos.
- Si no me equivoco la obra de Sofía Gandarias recibe en ocasiones influencias musicales y literarias. ¿Cuáles son estas influencias en la serie “Primo Levi, la memoria”?
Un libro, “Si esto es un hombre”, una música, Gorecki, de esto hablo después.
- ¿De cuántos cuadros consta la serie “Primo Levi, la memoria”?
La exposición son 6 cuadros y también la instalación, con textos de Levi, de la época, testimonios…. Empieza con la llegada a Auschwitz el 26 de febrero de 1944 a las 21 horas, el reloj va marcando obsesivamente el tiempo, el tiempo que separa la vida de “ese infierno”. Decía que deseaba que se viese esa exposición como un viaje desde la oscuridad hasta encontrar la luz, cuando la muerte estaba sentenciada a plazo fijo. Levi interpela siempre. Levi nos pide que seamos testigos, Levi no fue un historiador, “ no vivir y contar, vivir para contar”. En Shoah, de Claude Lanzman, los supervivientes desfilan para dar testimonio, testimonios dramáticos al límite, pero es Levi quien pienso penetra mejor en la naturaleza del testimonio.
- ¿Alguna vez escucha música mientras pinta?
Siempre. La necesito. En el caso de Levi, ha sido la Sinfonía nº 3 de Henry Gorecki, fue el año 2000 cuando trabajé la serie, la música me acompañó, sufrí, me sentí solidaria con Levi, con su mundo porque hace años, cuando yo había pasado por circunstancias límites en mi vida (el nacimiento de mi hijo estando yo en coma), es decir, podía entender mejor el dolor cuando volvía a la vida y en 1989 llegó a mis manos un libro que me destrozó el corazón “ Si esto es un hombre”, entonces supe que mi año 2000 sería para Levi acompañado por Gorecki.
- ¿Qué opina de la actitud de quienes pretenden negar la existencia del Holocausto?
Mire, seis millones de hombres, mujeres y niños judíos y muchos otros, gitanos, homosexuales, minusválidos, asesinados a conciencia, con unas matanzas planificadas, concebidas para que el destino fuera la cámara de gas, y otros que se salvaron y que cargarán toda la vida con una pregunta: ¿por qué me salvé yo?; ¿por qué murieron ellos?. Cada día de los Nazis era un movimiento hacia eso, hacia el exterminio, “los Nazis y la solución final”. Muchas de las personas que sufrieron el horror callaron durante años, no podían hablar, callaban su infierno porque no hay palabras que pudieran contar aquel abismo y porque también, como me dijo mi querida amiga Simone Veil,” nadie parecía muy interesado en escucharla”. Frente a esto tenemos a los que niegan lo que sucedió, inventan la historia, son los mismos que volverían a repetirla: pienso en su infamia en mayúsculas y pienso que desearían otra GESTAPO para llevárselos o llevarnos. No me gusta el mundo que contemplo, puede haber problemas sociales graves, hay ya un gran auge de la estrecha derecha….. Espero y deseo que algo parecido no se repita, pero este auge de la extrema derecha es muy peligroso. Elie Wiesel nos dice: “Una memoria que no tomase en cuenta el futuro violaría el legado del pasado”.
- Podríamos decir que la pintura y el arte en general tienen una función estética y comunicativa, ¿cree usted que el arte tiene también una función social?
La ciencia está avanzando, el arte no. En arte cuando parece que haces lo mismo, siempre pretendes algo más, el arte consiste en continuar la búsqueda y en esa búsqueda he encontrado a René Cassin, a Simone Veil, a Rita Levi-Montalcini, a Yehudi Menuhin….. que me han enseñado que el futuro, la salud de la humanidad están en la educación y cada de uno de nosotros en nuestra medida, todos podemos poner una gota en el océano para que no se seque. Somos nosotros, los ciudadanos comunes, los que debemos tomar conciencia, sí, también yo como artista, como ciudadana, como ser humano.
- ¿Existe alguna temática en su pintura con la que se sienta más a gusto?
Me cuesta buscar temas, trabajo mucho, hago variaciones como los músicos, insisto, profundizo, me equivoco a veces…. No soy maestra, estoy siempre aprendiendo, no tengo ayudantes, estoy sola y trabajo a golpes de soledad. Ahora trabajo en “El coloquio de los perros “ y “Gandhara”, ¿Cuánto tiempo?, no lo sé.
- ¿Qué consejos daría a las nuevas generaciones que se inician en el mundo de la pintura?
No soy quién para dar consejos, el arte hay que aprenderlo, con el tiempo he comprendido que la Facultad de Bellas Artes tuvo utilidad en mi caso, pero tuve que buscar mi sitio, mi camino, mi lenguaje. Lo que sí debemos hacer es fomentar la creatividad en los niños, en esto la comunidad debe jugar un papel muy importante. Soy patrona de la Fundación Yehudi Menuhin España (FYME). Fue creada por el Maestro Menuhin, el hombre más sabio que he conocido, el pensó en un método que fomentara el encuentro entre culturas, el desarrollo de enseñanzas artística, la integración social y cultural de jóvenes desfavorecidos, tantas cosas… El Maestro Menuhin decía que “el racismo no existe en una clase de música” o “ no puede haber un arte que esté acuerdo con el hambre, las bombas o la tortura”… con esa idea de vida estoy. Con ese compromiso y creo que me voy acercando a lo que deseaba ser.