Hubo una época en la que si un era un espaciotrastornado y fanático del buen cine tenía tenía una opción: The Right Stuff. Bastante tiempo después tuvimos Apollo 13 y también fuimos felices. Sin embargo las pioneras gestas soviéticas en la conquista del espacio le eran esquivas a la gran pantalla. Y eso era algo realmente inadmisible: que los primeros logros espaciales de la Humanidad no fueran plasmados en celuloide era no sólo una gran falta artística sino también un tremendo vacío histórico. Por suerte eso empezó a cambiar hace muy poco.
En estos últimos años Rusia se tomó muy en serio los aspectos cinematográficos de la Era Espacial, de la misma forma en que la Unión Soviética lo hizo para forjar su nacimiento. En 2013 se estrenaba El Primero en el Espacio, la película sobre el primer vuelo espacial tripulado de la historia. Por fin Gagarin, Koroliov y su hazaña había llegado a la gran pantalla. Y realmente se iniciaba una nueva era en la que la gloria de los primeros logros espaciales se podían repasar con toda la épica que solo el cine puede recrear.
Hace unos días me llevé una gran sorpresa a la vez me di un gran gusto, vi El Tiempo de los Primeros (Время первых,Spacewalk o The Space Walker), la película sobre el vuelo del Vosjod 2 y el histórico primer paseo espacial de la historia. Dada la expectativa generada, entre el primer trailer y su estreno pasaron dos años, pensé que iba a ser más difícil ubicar un film de estas características. Por suerte existe PopcornTime y la película se puede ver en excelente calidad y muy bien subtitulada en esa plataforma. El film se estrenó en Rusia el pasado 6 de abril y dados estos hechos resulta un milagro poder apreciarla tan rápidamente. Me pasó lo mismo que con la película original de Gagarin: estamos ante un film excelente a secas, a la altura del evento que recrea, técnicamente muy logrado y cargado de épica.
Evgeniy Mironov encarna convincentemente a Alexéi Leónov: le impone todo su carácter a la película, y realmente no cuesta poner la cara del legendario cosmonauta en la del actor.
El primer paseo espacial de la historia es un triunfo de la ciencia y la tecnología, pero también de la voluntad humana. Recién iniciada la era espacial tripulada, la posibilidad y necesidad de realizar una activida extravehicular (EVA) era un aspecto clave para los proyectos futuros. Ya sea la conquista de la Luna o el establecimiento de las primeras estaciones espaciales en órbita terrestre, dominar la tecnología de la EVA era el siguiente paso en la conquista espacial.
Como todos los episodios de la carrera espacial entre la URSS y los EUA la lectura política es inevitable: cada hito logrado se enmarcaba en esa dura lucha política, ideológica y propagandística. Esas dos tensiones, el desafío tecnológico y el contexto político son muy bien tratados en la película. En 1965, año del vuelo de la Vosjod 2, la carrera espacial entre la URSS y los EUA estaba en su punto más alto. Expresamente asumido por los EUA y oficialmente negada por la URSS, el objetivo central en esos años era una misión tripulada a la Luna. Las desiciones críticas que luego serían determinantes en quién lograra poner un pie en la Luna ya habían sido tomadas. La realidad es que las Unión Soviética se adelantó a los Estados Unidos en todos los aspectos, salvo en los motores de alto rendimiento y el diseño del cohete capaz de llevar un ser humano a la superficie lunar. Pero esa es otra historia, que por cierto, sería mas que interesante disfrutar en el cine.
Una escena reclamada en la película sobre Gagarin: la "purga" de combustible previo al vuelo.
Con El Primero en el Espacio y El Tiempo de los Primeros la Rusia de hoy se pone al día con su heroica herencia espacial soviética. Y eso es parte fundamental de toda la película. En definitiva, quienes llegan primero se ganaron el derecho de escribir la historia. El próximo estreno en esta materia es nada menos que Salyut 7, el épico salvataje de la estación espacial homónima, que es una especie de equivalente soviético a Apolo 13.
La película se centra en los preparativos y desarrollo de la misión e ilustra magníficamente el clima político de la época. La Unión Soviética seguía liderando la conquista del espacio, y lograba hitos cada vez más espectaculares. La nave Vosjod 2 pasó a la historia por ser la primera misión espacial en la que un cosmonauta realizaba una caminata espacial. Tripulada por Pável Beliáyev (Konstantin Habeskiy) y Alexéi Leónov (Evgevni Mironov), el vuelo se realizó entre el 18 y 19 de marzo de 1965, y fue hasta la misión más peligrosa que la cosmonaútica soviética realizara hasta ese momento.
No faltan escenas de humor políticamente correcto.
El foco está puesto en el cosmonauta Alexéi Leónov a quien la leyenda construída en torno a su conocida personalidad y frondosa leyenda favorece completamente al libreto. Todo eso está muy bien explotado en la película: Leónov es un "loco", lo quieren en el programa espacial precisamente por eso, y el tipo sabe lo que quiere. Todo el relato está atravesado por un flashback onírico permanente a momentos de la infancia de Leónov, con la presencia permanente de su padre. El diálogo entre estos dos planos atraviesa cada momento de la misión del cosmonauta, resultando muy ruso todo. Hay detalles exquisitos, que son parte de las más ancestrales prácticas y cábalas de los cosmonautas soviéticos, y que hoy día se mantienen. Recuerdo que en su momento señalé la ausencia de la misma en la película de Gagarin, pero afortunadamente la orinada previa al vuelo está representada, discretamente, como debía ser. No en vano esta tradición se mantiene hoy día y no ha habido cosmonauta soviético o ruso que no la haya puesto en práctica. Las buenas tradiciones tienen eso: son eternas.
Un pasaje de la escena de la caminata espacial de Leónov que sin dudas tiene reminiscencias kubrickeanas. No podía ser para menos: el propio Leónov realtó que Kubrick le pidió consejos para 2001 Odisea del Espacio.
Hoy día las actividades extravehiculares son cosa de todos los días en la Estación Espacial Internacional. Pero en aquellos años, todo se hacía por primera vez y con una tecnología realmente pionera. Y la película lo deja muy claro: en un sentido global y desde el punto de vista técnico es tremendamente fiel a los acontecimientos. Especialmente el diseño de la nave Vosjod que fue realizado específicamente para reproducir el original, y por cierto las increíbles dificultades técnicas experimantadas durante toda la misión. La nave de la película está construída en escala real, eso se aprecia en las escenas que ilustran los problemas de diseño de esta versión mejorada de las primeras naves Vostok. Hay escenas que dramatizan excesivamente los hechos reales, especialmente la escena final. Leónov y Beliáyev no quedaron solos en la noche ni casi mueren de frío, sino que estuvieron acompañados por rescatistas hasta que se logró su extracción. Mas allá de esos aspectos, y otras licencias cinematográficas bien detalladas por Daniel Marín, ver esta película es imprescindible para todo amante de la exploración espacial.
Toda buena obra de cine también tiene sus curiosidades, y por cierto en este caso hay una muy destacable relatada por el propio Leónov. La escena central de la película describe en detalle el dramático paseo espacial, y es claramente apreciable en el desarrollo de la misma. La respiración del cosmonauta marca el ritmo de esos escasos casi trece minutos en el espacio exterior. Resulta que a quien escuchamos en la película es al mismísimo Leónov. Así lo cuenta esta gloria viva en la entrevista arriba reproducida en Evening Urgant, el late night show ruso. La entrevista es en junto con Mironov y es todo un lujo, uniformes militares incluídos.
En suma: no esperen un segundo para ver esta película, va a formar parte de las imprescindibles.
Con respecto a la misión de la Vosjod 2 recomiendo leer los excelentes artículos de Daniel Marín, quién relata al detalle la gesta de este hito, y el de Paco Arnau con un exhaustivo estudio gráfico de la misión. Por último bien vale repasar el documental soviético Con un traje espacial sobre nuestro Planeta que detalla la EVA de Leónov con registros históricos en tiempo real. Bien vale la pena contrastar la escena del paseo espacial con esta joyita documental y sacar uno sus propias conclusiones sobre la calidad del fim.