¿Y como funciona este tribunal? pues de una manera sencilla y rápida, cualidades que sin duda le han hecho perdurar durante tantos siglos. El objeto de este tribunal es el juzgar los problemas que puedan surgir entre los regantes de la huerta de Valencia, que toman agua del río Turia por medio de ocho grandes acequias las cuales son: Quart, Benager i Faitanar, Mislata, Favara, Rovella, Tormos, Mestalla y Rascanya. Los ocho señores a los que aludía antes son los jueces de este tribunal, que son los Síndicos de las distintas acequias, y entre ellos uno ejerce de presidente y otro de vicepresidente. Estos Síndicos se escogen por votación entre los miembros de las distintas comunidades de regantes, una por acequia, y según las normas establecidas tienen que ser labradores y trabajar sus propias tierras. Al comienzo de la sesión el Alguacil mayor, ese que os decía que llevaba una especie de lanza que en realidad es un arpón de dos púas que se utiliza para abrir y cerrar las compuertas para el riego, pide la venia al tribunal y empieza a llamar a los denunciados de cada acequia, nombradas éstas en el orden que toman el agua del Turia, Denunciants de la asequia de Quart.... Si hay denunciados se acercan al tribunal acompañados por el Guardia de la acequia en cuestión que expone el caso. El tribunal oye al acusado y a los testigos si los hubiese. Es muy popular la forma de dirigir el turno de palabra con la mítica frase Calle voste y parle voste; calle usted y hable usted. Tras escuchar a todo el que tiene algo que decir el tribunal delibera allí mismo, absteniéndose del proceso el Sindico de la acequia en cuestión, y en unos minutos dicta la sentencia que es inapelable. El propio Síndico de la acequia será el encargado de ejecutar la sentencia. Y ya está, así de sencillo y rápido. Señalar que los propios Síndicos pueden ser acusados y en ese caso simplemente se quitan el blusón y con su sencillo traje de regante hablan al tribunal como uno mas, luego se ponen el blusón y se vuelven a sentar en su silla. Este proceso se ha repetido invariablemente durante muchísimos jueves, tantos que se pierde su origen. Hay quien dice que ya viene del tiempo de los romanos, aunque lo mas factible es que venga de la época de la invasión musulmana. Intentando concretar se ha fechado su nacimiento en el 964, celebrándose en 1964 su primer milenio, aunque no hay constancia irrefutable de este hecho. Si que tenemos constancia de que cuando el rey Jaime I conquista Valencia dice en "Els Furs", los fueros, que en el tema de jurisdicción del agua se seguirá haciendo lo mismo que en tiempos de los "sarracenos" (musulmanes). Posteriormente este tribunal resistiría todos los importantes cambios del Estado, la unificación de los Reyes Católicos, el Decreto de Nueva Planta de Felipe V, la Constitución de 1812 (con un encendida defensa por parte de los diputados valencianos), la retahíla de constituciones del siglo XIX, la Segunda República, el franquismo y finalmente la Constitución de 1978 y la legislación posterior de nuestra actual democracia. Hoy, nueve de Octubre, día de la Comunidad Valenciana, en el 773 aniversario de la conquista de la ciudad por parte de Jaime I, he querido hacer una entrada en honor de mi patria chica, espero que a los que no conocíais la existencia del "Tribunal de las Aguas" os haya interesado el descubrirla, y que a quienes ya la conocíais os haya gustado recordarlo.
Si un jueves cualquiera estáis por la preciosa ciudad de Valencia (y no digo esto sólo por que sea la mía), y a eso de las doce de la mañana se os ocurre pasear por la Plaza de La Virgen veréis un montón de gente arremolinada alrededor de la Puerta de los apóstoles de la Catedral (la puerta de estilo Gótico). Si podéis acercaros y abriros paso entre la multitud veréis a ocho señores vestidos con blusones valencianos sentados en sillas de madera y cuero y rodeados por una verja. También veréis un alguacil portando un especie de lanza y, si tenéis suerte, algunos huertanos que se acercan y hablan a estos ocho hombres, todo ello en valenciano. Después de esto podréis decir que habéis asistido a una sesión de la mas antigua institución de justicia europea que aun sigue en vigor, y que ademas habéis sido participes de un hecho que forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad reconocido por la Unesco. Habéis asistido a una mas de las miles de sesiones celebradas del "Tribunal de la Aguas de Valencia".
¿Y como funciona este tribunal? pues de una manera sencilla y rápida, cualidades que sin duda le han hecho perdurar durante tantos siglos. El objeto de este tribunal es el juzgar los problemas que puedan surgir entre los regantes de la huerta de Valencia, que toman agua del río Turia por medio de ocho grandes acequias las cuales son: Quart, Benager i Faitanar, Mislata, Favara, Rovella, Tormos, Mestalla y Rascanya. Los ocho señores a los que aludía antes son los jueces de este tribunal, que son los Síndicos de las distintas acequias, y entre ellos uno ejerce de presidente y otro de vicepresidente. Estos Síndicos se escogen por votación entre los miembros de las distintas comunidades de regantes, una por acequia, y según las normas establecidas tienen que ser labradores y trabajar sus propias tierras. Al comienzo de la sesión el Alguacil mayor, ese que os decía que llevaba una especie de lanza que en realidad es un arpón de dos púas que se utiliza para abrir y cerrar las compuertas para el riego, pide la venia al tribunal y empieza a llamar a los denunciados de cada acequia, nombradas éstas en el orden que toman el agua del Turia, Denunciants de la asequia de Quart.... Si hay denunciados se acercan al tribunal acompañados por el Guardia de la acequia en cuestión que expone el caso. El tribunal oye al acusado y a los testigos si los hubiese. Es muy popular la forma de dirigir el turno de palabra con la mítica frase Calle voste y parle voste; calle usted y hable usted. Tras escuchar a todo el que tiene algo que decir el tribunal delibera allí mismo, absteniéndose del proceso el Sindico de la acequia en cuestión, y en unos minutos dicta la sentencia que es inapelable. El propio Síndico de la acequia será el encargado de ejecutar la sentencia. Y ya está, así de sencillo y rápido. Señalar que los propios Síndicos pueden ser acusados y en ese caso simplemente se quitan el blusón y con su sencillo traje de regante hablan al tribunal como uno mas, luego se ponen el blusón y se vuelven a sentar en su silla. Este proceso se ha repetido invariablemente durante muchísimos jueves, tantos que se pierde su origen. Hay quien dice que ya viene del tiempo de los romanos, aunque lo mas factible es que venga de la época de la invasión musulmana. Intentando concretar se ha fechado su nacimiento en el 964, celebrándose en 1964 su primer milenio, aunque no hay constancia irrefutable de este hecho. Si que tenemos constancia de que cuando el rey Jaime I conquista Valencia dice en "Els Furs", los fueros, que en el tema de jurisdicción del agua se seguirá haciendo lo mismo que en tiempos de los "sarracenos" (musulmanes). Posteriormente este tribunal resistiría todos los importantes cambios del Estado, la unificación de los Reyes Católicos, el Decreto de Nueva Planta de Felipe V, la Constitución de 1812 (con un encendida defensa por parte de los diputados valencianos), la retahíla de constituciones del siglo XIX, la Segunda República, el franquismo y finalmente la Constitución de 1978 y la legislación posterior de nuestra actual democracia. Hoy, nueve de Octubre, día de la Comunidad Valenciana, en el 773 aniversario de la conquista de la ciudad por parte de Jaime I, he querido hacer una entrada en honor de mi patria chica, espero que a los que no conocíais la existencia del "Tribunal de las Aguas" os haya interesado el descubrirla, y que a quienes ya la conocíais os haya gustado recordarlo.
¿Y como funciona este tribunal? pues de una manera sencilla y rápida, cualidades que sin duda le han hecho perdurar durante tantos siglos. El objeto de este tribunal es el juzgar los problemas que puedan surgir entre los regantes de la huerta de Valencia, que toman agua del río Turia por medio de ocho grandes acequias las cuales son: Quart, Benager i Faitanar, Mislata, Favara, Rovella, Tormos, Mestalla y Rascanya. Los ocho señores a los que aludía antes son los jueces de este tribunal, que son los Síndicos de las distintas acequias, y entre ellos uno ejerce de presidente y otro de vicepresidente. Estos Síndicos se escogen por votación entre los miembros de las distintas comunidades de regantes, una por acequia, y según las normas establecidas tienen que ser labradores y trabajar sus propias tierras. Al comienzo de la sesión el Alguacil mayor, ese que os decía que llevaba una especie de lanza que en realidad es un arpón de dos púas que se utiliza para abrir y cerrar las compuertas para el riego, pide la venia al tribunal y empieza a llamar a los denunciados de cada acequia, nombradas éstas en el orden que toman el agua del Turia, Denunciants de la asequia de Quart.... Si hay denunciados se acercan al tribunal acompañados por el Guardia de la acequia en cuestión que expone el caso. El tribunal oye al acusado y a los testigos si los hubiese. Es muy popular la forma de dirigir el turno de palabra con la mítica frase Calle voste y parle voste; calle usted y hable usted. Tras escuchar a todo el que tiene algo que decir el tribunal delibera allí mismo, absteniéndose del proceso el Sindico de la acequia en cuestión, y en unos minutos dicta la sentencia que es inapelable. El propio Síndico de la acequia será el encargado de ejecutar la sentencia. Y ya está, así de sencillo y rápido. Señalar que los propios Síndicos pueden ser acusados y en ese caso simplemente se quitan el blusón y con su sencillo traje de regante hablan al tribunal como uno mas, luego se ponen el blusón y se vuelven a sentar en su silla. Este proceso se ha repetido invariablemente durante muchísimos jueves, tantos que se pierde su origen. Hay quien dice que ya viene del tiempo de los romanos, aunque lo mas factible es que venga de la época de la invasión musulmana. Intentando concretar se ha fechado su nacimiento en el 964, celebrándose en 1964 su primer milenio, aunque no hay constancia irrefutable de este hecho. Si que tenemos constancia de que cuando el rey Jaime I conquista Valencia dice en "Els Furs", los fueros, que en el tema de jurisdicción del agua se seguirá haciendo lo mismo que en tiempos de los "sarracenos" (musulmanes). Posteriormente este tribunal resistiría todos los importantes cambios del Estado, la unificación de los Reyes Católicos, el Decreto de Nueva Planta de Felipe V, la Constitución de 1812 (con un encendida defensa por parte de los diputados valencianos), la retahíla de constituciones del siglo XIX, la Segunda República, el franquismo y finalmente la Constitución de 1978 y la legislación posterior de nuestra actual democracia. Hoy, nueve de Octubre, día de la Comunidad Valenciana, en el 773 aniversario de la conquista de la ciudad por parte de Jaime I, he querido hacer una entrada en honor de mi patria chica, espero que a los que no conocíais la existencia del "Tribunal de las Aguas" os haya interesado el descubrirla, y que a quienes ya la conocíais os haya gustado recordarlo.