El Último desafío
TÍTULO ORIGINAL: The Last Stand
AÑO: 2013
DURACIÓN: 107 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Kim Ji-woon
GUIÓN: Jeffrey Nachmanoff, Andrew Knauer
MÚSICA: Mowg
FOTOGRAFÍA: Ji-yong Kim
REPARTO: Arnold Schwarzenegger, Eduardo Noriega, Forest Whitaker, Johnny Knoxville, Luis Guzman, Harry Dean Stanton, Peter Stormare, Zach Gilford, Jaimie Alexander, Rodrigo Santoro, Génesis Rodriguez
PRODUCTORA: Lionsgate Films / Di Bonaventura Pictures
Un narcotraficante (Noriega) escapa de la justicia y huye en dirección a México. En su camino hacia la libertad sólo se interpondrá un sherif (Arnold) de un pequeño pueblo fronterizo.
Arnold Schwarzenegger el mítico actor austriaco que he encarnado personajes tan emblemáticos en el cine de acción de los 80 y 90, como puedan ser Conan, Terminator o Depredador. Abandonó su carrera cinematográfica tras el rodaje de Terminator 3 en 2003, el actor decidió volcarse en una carrera política. Siendo elegido hasta en dos ocasiones como gobernador de los EE.UU.
Y aunque a lo largo de esos diez años dedicados a la política, nos ha obsequiado con un par de cameos cinematográficos. Uno en Terminator 4 (casi parecía digital) y otro en Los Mercenarios, dirigida por su colega Silvester Stallone.
No fue hasta Los Mercenarios 2, cuando su aparición se incrementaba de forma considerable frente a su antecesora, en la que su aparición resultaba un simple cameo. Pudiendo así confirmar su regreso -dejando a un lado el culturismo- a lo que mejor ha sabido hacer, el cine.
Si bien, no se puede decir que el regreso de Arnold sea tan notable como el de su tocayo Stallone, qué ha demostrado estar en plena forma física y mental, Rocky Balboa (6) y Jhon Rambo (4), lo avalan.
Pero el regreso real se completa en El Último Desafío, el actor vuelve como protagonista absoluto, en un papel del sheriff, llamado Ray Owens. Un personaje bastante estándar y moldeado a base de tópicos, pero efectivo en el contexto de la película.
Dicho regreso, es básicamente mi interés por esta película. Y muy posible, el mismo para la gran mayoría del público. Está claro que no deja de ser el reclamo principal, puesto que ni su argumento es sustancialmente atractivo, ni su director ultra conocido. Esto no significa que Arnold no demuestre cierto talento.
Bajo el aura crepuscular de su papel, él conoce cuáles son sus ‘dotes’ y sabe exprimirlos debidamente, aunque lo haga a costa de ‘mofarse’ de sí mismo y sus propios personajes famosos del pasado.
Cosa que cobra una dimensión coherente si conoces al actor y su carrera. A cualquier seguidor, le encantará ver como suelta algunas frases del estilo “he visto mucha sangre, sé lo que nos espera”, “estoy viejo” o “mi orgullo no está en venta”. Además de verlo repartir con mano dura en algunos momentos del film, aunque estos se concentran en su tercio final, esbozan la sonrisa en el espectador.
La película se encuentra dirigida por Jee- woon Kim, director y guionista de Dos Hermanas y de un segmento en Doomsday Book. Film que pudimos ver la pasada edición del Festival de Sitges.
Las intenciones de Kim –aún siendo coreano- están claras. Con éste último desafío (valga la redundancia) cinematográfico, éste intenta abrirse las puertas de Hollywood con un trabajo de factura, desarrollo y puesta en escena íntegramente americano.
A pesar de los roles actorales típicos del género. Sus filas y la aparición de los personajes principales están bien insertadas en la historia. El reparto no es de lo más cotizado, pero lo suficiente llamativo para el público, aunque Arnold es el reclamo casi absoluto.
Tenemos a actores suficientemente conocidos en el reparto Forest Whitaker, Peter Stormare o el español Eduardo Noriega.
Forest Whitaker (Ultima Llamada, El Ultimo Rey de Escocia) se pone en la piel Jhon Bannister, el típico agente de los federales que subestima al sheriff sin saber su pasado. Y aunque su cota de cámara es más bien escueta, su propio aspecto realiza el trabajo ‘sucio’, haciendo creíble su personaje.
Como malos tenemos a Eduardo Noriega (Abre los Ojos, Tesis) y Peter Stormare (Fargo, Prison Break). Noriega encarna a Gabriel Cortez, un capo de la droga, al que no me creo como malo. Y Stormare al que llaman Burrell, hace de lacayo de éste. Al que si me creo como malo, un poco torpe, pero creíble.
Como secundarios tenemos a Luis Guzman (Boogie Nights, Carlito’s Way) un secundario de la ‘talla’ de Danny Trejo. Y ha Jhonny Knoxville, sí, el de de Jackass. Supongo sabréis que no es su primera incursión en el cine convencional. Digo convencional, pues lo que hace en las películas de Jackass, aún gustándome, no lo considero normal.
El guión a cargo de Andrew Knauer, debutante en éste campo. Es ayudado por Jeffrey Nachmanoff y por Georgie Nolfi , guionistas de El Día de mañana y El Ultimátum de Bourne, respetivamente.
El triunvirato nos presenta una road movie con influencias del western, en lugar de caballos llevan coches, pero guarda muchos paralelismos con el oeste en el desarrollo de su historia.
El guión no está mal elaborado, pero con tres personas ‘supervisando’ su escritura, podría estar bastante mejor. Su defecto es que, no son las escenas las que giran en torno al guión, es éste el que gira adaptándose a las exigencias de dichas escenas.
Así pues, algunas decisiones y acciones de los personajes se fuerzan de forma, para que todo acabe en un espectáculo bélico. Donde las balas silban y las explosiones chamuscan el entorno.
En ese sentido cumple bastante bien, pero si analizamos detenidamente la coherencia de dichas acciones dentro de la historia, algunas de esas decisiones se han de coger con pinzas, resintiendo sus espacios de tiempo, en los que se intenta profundizar demasiado, dejando luego huecos importantes en ellos. Como por ejemplo la repentina y larga ausencia de Noriega.
En fin que nos queda una película de acción entretenida, un tanto cómica, pero sin abusar. De buena factura técnica, lograda fotografía y una combinación acertada de los efectos digitales con algunos artesanales. Además de un buen movimiento, buenos encuadres en los planos, y un pulso bastante firme en las escenas de acción, incluyendo las persecuciones automovilísticas. Por el contrario la motivación del malo de cumplir su objetivo en carretera resulta inverosímil.
Publicado por Machete en 00:19 Etiquetas: 3 Estrellas, Acción, Drogas, Machete, Thriller