Tiene su cara aplastada contra la pared, su ropa desgarrada, sufriendo los embates de quien por atrás la esta atacando. No puede moverse, sus manos se las tienen sujetas por la espalda, mientras con otra mano la tienen agarrada del cabello.
Su rostro golpea una y otra vez el frió yeso, golpes que son cada vez mas rápidos, más furiosos. Hasta terminar con el peso de todo su cuerpo aplastando su cara. Un fuerte gruñido de quien la tiene sometida le avisa que es el final, un par de embates más y la suelta…
Ella se deja caer; el temblor de sus piernas no la pueden sostener más. Cae en medio de sus prendas tiradas en el suelo; su ropa interior y una masa de tela y encajes de color blanco. Un perfecto vestido ahora parcialmente desgarrado. Un vestido que le fue heredado por su madre, quien en su momento lo recibió de su abuela. Un vestido que cumple el destino por el que fue hecho… El terminar parcialmente desgarrado en el suelo, en la primera noche nupcial.