El papá de B y yo nos mantenemos comunicados. Aunque por estar materialmente junto a la niña, yo decido por mi cuenta lo del día a día, me muevo en el camino que trazamos juntos. Creo que es evidente que esto es bueno para B. Lo que hoy quiero comentar es que es realmente necesario para mí. Si por alguna razón no pudiéramos tener esta cercanía, tendría que arreglármelas, como tantas mujeres lo hacen; pero me resultaría muy, muy, muy difícil. Aprecio sobremanera el vínculo papá-mamá porque me da seguridad y me brinda un "espacio" para vivir el amor, el miedo y el gozo de hacer de madre de B, con quien está en el mismo camino.
Silvia Parque