Revista Literatura
El Visitante Maligno II: Capítulo XVI (Fragmento)
Publicado el 23 enero 2015 por Fesb2011 @visitantemalign"...Los disparos salieron de manera vertiginosa del negro cañón metálico que escupía los proyectiles invisibles seguidos de pequeñas llamaradas, en tanto que el corredor se llenaba del humo de la pólvora quemada, y los ruidos de los disparos retumbaban ensordecedoramente como cornetas de la muerte anunciando la llegada del apocalipsis. El día del juicio final los había alcanzado… Después de efectuar los quince disparos restantes no quedaba nadie de pie en el corredor a excepción del pistolero. Los alumnos se hallaban en el suelo como si fuera una pila de carne humana, cosidos a balazos mientras el líquido carmesí se escurría de sus cuerpos por todos lados. Los tres primeros sucumbieron en el acto, mientras los otros todavía se movían. Una de las muchachas lloraba de dolor debido a que un proyectil le atravesó la clavícula destrozándosela y la segunda ingresó por su vientre perforándole el hígado; mientras que otro estudiante había caído mortalmente herido en el corazón y en diversas partes derrumbándose sobre ésta, manteniendo aprisionada su cabeza. Otro de ellos al escuchar los disparos se arrojó al suelo, pero no pudo evitar que una de las balas le rozara el rostro cortándole la oreja izquierda. La pistola con el conjunto móvil hacia atrás —indicando que no quedaban más municiones en el cargador — mostraba su siniestra boca lateral abierta y anunciaba que todavía quería más, mucho más… Necesitaba alimentarse de esos pequeños objetos cilíndricos de bronce. Diminutos e inanimados instrumentos de terror y muerte para proseguir con la carnicería que recién comenzaba… "
Fragmento de la novela: El Visitante Maligno II. Capítulo XVI de Fernando Edmundo Sobenes Buitrón.