El primer testimonio escrito de la villa, data del año 1067, en el Cartulario de San Millán de la Cogollas.
Su economía gira en torno a la cultura de vino y de hecho es un destino de fama mundial. Podremos encontrar una gran variedad de bodegas, desde las más pequeñas y familiares, hasta las de gran renombre como la de los Herederos de Marqués de Riscal.
Y por supuesto, no podemos perdernos su conocido Hotel Marqués de Riscal, obra de arquitecto Frank Gehry (autor de el Museo Gugenheim de Bilbao). Una obra llena de luz y contrastes, construida en piedra y titanio.
Pero no solo nos quedamos en las bodegas. Su casco antiguo es declarado patrimonio artístico y no debemos dejar pasar sus numerables casas palaciegas, su plaza Mayor, Ayuntamiento o su espectacular iglesia.
Sigue con la visita en mi galería de Flickr