Eleanor y Park
de Rainbow Rowell
En la sencillez está el gusto. Rainbow Rowell ha sido capaz de crear un plato exquisito a partir de cuatro ingredientes básicos: un chico asiático, una chica pelirroja, un autobús y unos cuantos cómics. Nunca me había encontrado con un libro que me despertara tantos sentimientos con tan pocas palabras. Dulce, tierno y lleno de magia.
Intentar hacer una reseña convencional de este libro es una tarea imposible para mí. No hay objetividad posible con Eleanor & Park, porque es una historia que me ha enamorado desde la primera hasta la última página. Y cuando te enamoras, no hay objetividad que valga. No ves los defectos y, en caso de que lo hagas, crees que o son adorables o no soy algo malo en absoluto. Así que imaginad a una adolescente enamorada mientras teclea estas palabras.
La historia no tiene más misterio que el primer amor de dos adolescentes a los que la vida no les sonríe demasiado. Cuenta con el misterio de la familia de Eleanor, que esconde algo oscuro que empaña la vida de la chica. Pero más allá de eso, lo que llena de vida la novela es la magia y la ternura que desprenden todas y cada una de las palabras. La autora juega con las voces de los dos protagonistas en capítulos alternos. Es increíble cómo consigue profundizar en sus motivaciones y sentimientos, en especial de Eleanor. Es todo emoción.
Lo que enamora de Rainbow Rowell es, sin duda, su estilo. Es la prueba de que menos es más. Harta estoy de ver cómo se elogia a escritores por lo pomposo de su prosa, sin ver el mérito de crear magia con el mínimo de palabras posible. Rowell es la reina de la sutileza, la insinuación y la magia de los detalles. ¿Que si soy consciente de que repito magia mil y una veces? Lo soy, pero no hay otra palabra para describir esta novela.
Aquí tengo que romper una lanza a favor del final. Es un final absolutamente perfecto. Me da igual lo que digan por ahí, y sé que para gustos los colores: es el broche de oro una historia perfecta. Es un final abierto, que te deja pensando en Eleanor y en Park y en todo lo que han vivido. Si la autora hubiera sido mucho más directa (traicionando su esencia), ese recuerdo no existiría. Y al final, los libros que se quedan en nuestra memoria son aquellos cuyos personajes permanecen con nosotros. Eleanor & Park lo consigue, así que no cambiaría nada de él.
No puedo decir mucho más de esta novela. Rowell me ha cautivado y ha hecho que muriera lentamente de amor y de envidia (¡lo que daría yo por escribir como ella!). No apta para corazones negros o para aquellos que odian las historias tiernas o sin acción. ¿Una palabra para describirla? Diferente. Y mágica, por supuesto.