Es tan bueno el entrenamiento impartido (no sé si ellos mismos lo ven) en huir de la pobreza que a veces todo parece resumirse en se vive rico o no se vive, y al final "o es él o soy yo". Y así "lucha social" ya no es más lucha social sino arribismo puro. Arribismo a bala.
Es un hecho que se puede vivir con poco feliz, como también es un hecho (y aveces parece que viniera esto junto) que se puede ser rico y miserable.
¿Cómo hacer algo útil de esto? que no sea simplemente la moraleja cursi del final de la telenovela, o la esperanza lejana del redactor de noticias que sueña con la justicia mientras informa impotente sobre la nueva infamia.
Simplemente hay que asumirlo: sí existen pobres felices y ricos tristes, la cuestión de tener o no tener ciertas cosas queda descubierta como una asunto circunstancial, neutro en sí mismo, Srila Prabhupada pone el ejemplo del Electricista experto que puede transformar la energía eléctrica o bien en calor o bien en frío.
Y más experto aún cuando ni siquiera hay luz... como era en el campo.