Ella

Quizá el fuera un incompetente sentimental, aficionado a los amores difíciles, pero el sabia que no todos los besos se quedan en los labios. Algunos se introducen directamente en el corazón, podía sentirlo. Abrazos de una mujer especial, como único sustento.
Ella, quizá sin percatarse de ello, le provoca. Provoca que su nombre siempre asome a sus labios. Su presencia en su mente es constante. Provoca que se le acelere el pulso al evocarla. Provoca que su presencia es vital para el, y su ausencia, algo más que una sutil agonía. Ella, ella, siempre ella, no una mujer, la mujer, única y singular.
La mujer de resplandeciente personalidad, cuya sola presencia parece refulgir.
La mujer que es capaz de crear un pequeño big bang en el corazón, sencillamente con su sonrisa.
La mujer que con el sonido de su voz, logra que sus latidos se oigan en todo el edificio, en toda la calle.
La mujer que se le instala por siempre en la mente, y que deja su marca imborrable en el interiorde sí mismo.
La mujer que con el roce de su piel, consigue hacerle explotar en una melodía de miles de colores. Que la echa de menos a cada segundo de tu vida, cada segundo con ella, un tesoro de incalculable valor.
Una mujer así, con esa luz, de ese fuego, es una entre diez millones, muy difícil de encontrar, pero es real, La Mujer, con mayúsculas, existe. El lo sabe. lo sabe porque la ha conocido.