Alaska, 4 de julio de 2011,
El gran psicólogo Steven Pinker en casa Punset. Mientras educadores y otras especies adoradoras del grupo seguimos con algunos mantras propios, como que la sociedad es más violenta que nunca, que si la falta de valores, que si estamos en una sociedad individualista, que si el sistema, que si patatín que si patatán, Pinker va a lo suyo. No solo demuestra con datos que estamos en el periodo menos violento de la historia del ser humano, también hace un elogio de la individualidad como símbolo de modernidad y progreso.El mantra coloca siempre la individualidad y el egoísmo en el mismo equipo. Un error. Pinker, a diferencia del mantra, coloca al ser humano y la vida individual como fuente de valores: la realización personal, la salud, el arte, las ciencias y las relaciones humanas. La individualidad como fuente, también, del altruismo. Lo que Pinker aporta de nuevo, de moderno y de progresista es que sitúa al individuo antes que a la masa. La realización personal, el sentido crítico por delante del ensalzamiento de la tribu, del monarca, de la tradición, del Estado.
Las redes sociales dan voz al individuo que se relaciona con la tribu y a veces son la tribu misma. Como individuos que se unen, las redes potencian la creación colectiva, el diálogo, el conocimiento, el compartir, la solidaridad, incluso la manifestación colectiva en un sentido positivo; como acción adoptada libremente y que acepta múltiples voces. Cuando es la tribu la que habla, las redes sociales suelen destilar lo peor de ellas mismas: el pensamiento único, el rumor, la presión de grupo, la intolerancia, el linchamiento del disidente. Asomarse a twitter un día cualquiera y dilucidar cuando escribe el individuo y cuando el salvaje, cuando habla la libertad y cuando es la masa la que habla por uno, es un buen ejercicio.
Lo mejor y lo peor del ser humano en 140 caracteres.http://factorialossanchez.blogspot.com