Revista Literatura

Eluney

Publicado el 19 junio 2011 por Tuky @Tuky
Mirándolo con ojos humanos, su cuerpo es delgado, de tonalidad violeta (en realidad, observándola detenidamente, su piel, brilla con las estrellas así que decir “violeta” no sería del todo correcto).
Su altura no supera la más normal de las rodillas; podríamos confundirla con un humano de uno o dos años pero, a decir verdad (toda ella) data de mil quinientos sesenta y nueve millones de años. Bueno, “años” es una manera de decir; porque de donde Ella es, nada se mide por esa unidad de tiempo.
Difícil tarea es la de nombrarla. Es que Ella, tiene un nombre que escrito (para nosotros) sería equivalente a ver una fórmula matemática sin sentido alguno. Claro, que si le pusiéramos empeño y fuésemos a buscar al traductor más antiguo del universo; él, nos diría sin rodeos: -ella, ella se llama Eluney.
Eluney desciende de un padre también con nombre de fórmula pero, si el mismo traductor nos hiciera el favor, nos diría que se llama: Nonthue.
Por suerte el Rey Nonthue no sabe de los Mapuches porque de saberlo, hace tiempo nos hubiéramos visto invadidos sin esperanza alguna. Obviamente se sentiría agraviado al saber que “Nonthue” en Mapuche, significa: poco profundo.
El rey Nonthue verdaderamente es obtuso, un pánfilo y a decir verdad “poco profundo”; tiene buen corazón pero, ya lo sabemos todos: la verdad ofende tanto aquí, como en cualquier parte de la galaxia.
Hace unos cuantos cientos de años Eluney “deshonró” a su padre; Nonthue enojado aplicó un castigo inmerecido y así fue como Eluney se volvió: Visora de Tierra.
En el mundo en el que vive Eluney hay Visores de todos los planetas.
Hay Visores muy famosos que llegaron a ser muy queridos por los planetas que les fueron asignados, al punto de no tener que esconderse y ser destinatarios de canciones y poemas. También hay Visores famosos sobre los que se escribieron libros y hasta se filmaron películas; Visores sobre los que se cuentan magníficas historias de altruismo y se enseña en las escuelas.
Pero ser “Visora de Tierra” era otra historia, y por eso Eluney entristeció.
A ella le hubiera gustado ser Visora de otro planeta porque en el suyo, solo un habitante había sido “Visor de la Tierra” y había desistido de la tarea alegando: “Trabajo insalubre”.
Los primeros miles de años Eluney andaba transparente por nuestro planeta, se sentaba en cualquier banco de plaza y nos miraba sin que nadie lo note.
En noches de lluvia ella caminaba pateando latitas de gaseosa y su tristeza sólo era apaciguada cuando algún perro de la calle se hacía un ovillo a su lado.
Así Eluney, nos miró sin decir nada.
Aprendió todas nuestras costumbres y fue capaz de memorizar, cada uno de los nombres de todos los habitantes del planeta. Claro que para ella, tareas como: saber la letra de todas las canciones, todos los poemas, la fecha de todas las festividades, el significado de todas las palabras, la esencia de todos los animales y las plantas; eran sumamente fáciles. Después de todo ser Visora de un planeta, era eso: ver para conocer, mirar todo desde afuera sin involucrarse.
Una vez cada mil años, ella tiene que dar cuenta de lo aprendido ante el Consejo de Visores que preside Nonthue.
Los informes de todos los Visores están narrados en fórmulas que para nosotros, son sumamente complicadas y obviamente, tienen que ser escritos en lengua sagrada.
Hoy, Eluney fue sancionada (nuevamente) por su padre, quien la condenó a otros milenios más como “Visora de Tierra”. Pero esta vez Eluney, no entristeció.
Escrito con caligrafía muy clara, sin que Nonthue lo entienda, el informe que entregó decía: “Mis humanos están, al fin, aprendiendo”... en perfecto Español.
Eluney(Documental sobre 15-M: Cap.1,Cap.2,Cap.3,Cap.4,Cap.5,Cap.6)

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas