La llegada del primer bebé es un acontecimiento revolucionador en la vida de una pareja (¡ni les cuento si los que llegan son dos o más!) . Los tiempos cambian, las prioridades cambian, y la adaptación, el reacomodamiento, lleva un tiempo.
Es por ello que, hace unos años, ha surgido un nuevo tipo de viaje: el Baby moon. Este es nada más ni nada menos que una corta "luna de miel" para parejas que están esperando un bebé y que generalmente se realiza en el segundo trimestre de embarazo. Es una especie de despedida de ese ser "sólo" pareja y de preparación para el ser más de dos, una forma de festejar el embarazo, y acercarse más el uno al otro.
Pero no es un viaje común y corriente, no no: existen empresas especializadas, tours ajustados a las peculiares necesidades de una mujer embarazada y hoteles que brindan servicios específicamente adaptados a este momento tan especial. Entre otros, suelen ofrecerse: masajes para embarazadas, tours de compras de objetos de bebé (con personal shopper), yoga para embarazadas, alimentación balanceada especialmente, etc. Algunos hoteles ofrecen tambien un paquete para mamá y bebé, como para que las parejas vuelvan una vez que el bebé haya nacido (con actividades para bebés de hasta un año incluidas, como natación y masajes con productos orgánicos, y tratamientos para que la mamá recupere el cuerpo pre-embarazo).
Si quieren darse una idea de qué ofrece el mercado en materia de estos viajecitos, les recomiendo mirar esta página. Si se tiene el dinero, pareciera ser sin dudas una experiencia de lo más placentera.*La foto del comienzo muestra los pies de mi hija, Zoe, apoyados contra la chichonera de la cuna, a las 3 semanas de vida ;)