¿embutidos provocaron incidente diplomático?

¿EMBUTIDOS PROVOCARON INCIDENTE DIPLOMÁTICO?. 
Escrito por Eduardo Carranza Gazzani. 

Un señor extranjero y su sobrina se encontraban frente al mostrador de embutidos de un supermercado esperando ser atendidos por la señorita encargada quien en ese momento se encontraba atendiendo a otro cliente. Una vez que terminó con éste, la señorita, equivocadamente, atiende a una señora y su hija que habían llegado después que el señor extranjero. Éste con justa razón reclama ser atendido antes que la señora, ya que había estado esperando desde antes. La señorita que atendía, en lugar de corregir inmediatamente su error, continuó atendiendo a la señora.

Aquí comienza un intercambio de palabras entre el señor extranjero y su sobrina con la señora y su hija que estaban siendo atendidas. Por supuesto las palabras que intercambiaron no fueron precisamente suaves. Todo podría haber terminado en ese momento una vez que ambos hubieran calmado sus ánimos.

El señor extranjero se dirigió a la caja a cancelar su compra. Éste fue seguido hasta la caja por la hija de la señora que empezó a agredir, primero verbalmente y luego físicamente, a la sobrina del señor extranjero. Cuando el pleito estaba tomando color de hormiga, el señor extranjero intervino para defender a su sobrina tomando una revista que tenía en la mano para atajar las agresiones de la hija de la señora. Una vez más aquí pudo terminar todo si los cuatro involucrados hubieran logrado calmarse.

Pero no. El señor extranjero y su sobrina fueron seguidos hasta la calle por la señora y su hija con la intención de seguir con el pleito. Aquí el intercambio de golpes e improperios subió notoriamente de tono, hasta el punto en el que el señor extranjero devuelve los ataques de la señora con patadas. Con razón o sin ella, el señor nunca debió hacer esto.

La conclusión es que todo este entuerto comienza con la falta de diligencia de la señorita que atendía en la sección de embutidos. A lo que habría que agregar el estado de ánimo belicoso en el que obviamente se encontraban las cuatro personas involucradas en todo este lío.

Hay un viejo dicho que dice: Para iniciar una pelea se necesitan dos. Si uno quiere pelear pero el otro no responde, entonces no se inicia la pelea.

La cereza que culmina la decoración de esta torta, es la pésima actuación de la personas encargadas de las relaciones diplomáticas, quienes con un mejor manejo de la situación hubieran conciliado a todos y esto no habría pasado a mayores.

Cualquier parecido del contenido de esta historia ficticia con un suceso real es mera coincidencia.