19'45 h. del miércoles 15 de mayo de 2013, como cada año, no cabe un sólo alma en una plaza ni en unos escalones que dan la bienvenida a un pueblo umbreteño que llega con su Cajón de Madera para honrar a todos los rocieros que vienen y a los que ya se fueron a otras marismas. Suenan los cohetes y el Cajón de Umbrete se acerca a la Plaza de la Iglesia para hacer su presentación a la Hdad. de Villamanrique; De Caramelo viene acompañado como siempre por la familia Estenaza al completo, sí al completo (todos los que están vivos en La Tierra y su padre desde el cielo). Poco a poco se hace un hueco entre el gentío para poder entregar su corazón en forma de quejío desde sus gargantas. Era su 10 aniversario cantando al Cajón en esos benditos escalones por lo que la ocasión se convertía en aún algo más especial.Traían una salve compuesta por la pluma de un gran rociero como Juan Fco. Estenaza y la música de un prodigo como Martín Salas, lo demás no hay más que dejarse llevar, marcar silencio y guardarlo para el recuerdo. De emoción no se cabía y el gentío así lo recompensó. Estos momentos son los que inmortalizan una fe imposible de explicar.
Emoción incontenible en villamanrique
Publicado el 16 mayo 2013 por Josemanuelfidalgogomez @josmafidalgo19'45 h. del miércoles 15 de mayo de 2013, como cada año, no cabe un sólo alma en una plaza ni en unos escalones que dan la bienvenida a un pueblo umbreteño que llega con su Cajón de Madera para honrar a todos los rocieros que vienen y a los que ya se fueron a otras marismas. Suenan los cohetes y el Cajón de Umbrete se acerca a la Plaza de la Iglesia para hacer su presentación a la Hdad. de Villamanrique; De Caramelo viene acompañado como siempre por la familia Estenaza al completo, sí al completo (todos los que están vivos en La Tierra y su padre desde el cielo). Poco a poco se hace un hueco entre el gentío para poder entregar su corazón en forma de quejío desde sus gargantas. Era su 10 aniversario cantando al Cajón en esos benditos escalones por lo que la ocasión se convertía en aún algo más especial.Traían una salve compuesta por la pluma de un gran rociero como Juan Fco. Estenaza y la música de un prodigo como Martín Salas, lo demás no hay más que dejarse llevar, marcar silencio y guardarlo para el recuerdo. De emoción no se cabía y el gentío así lo recompensó. Estos momentos son los que inmortalizan una fe imposible de explicar.