En esta receta no sólo he eliminado muchísimas calorías al cambiar la sartén por el horno, sino que en lugar de añadir boloñesa, queso u otros rellenos menos sanos, he optado por una de las verduras favoritas de cualquier vegetariano (y mía también) como es la berenjena.
Lo ideal también sería hacer la masa de las empanadillas integrales, que aunque la receta sea más fácil de lo que pensamos, también es mucho más entretenida que ésta, así que hoy elegiremos las obleas que encontramos en la sección de congelados de cualquier supermercado.
Otra de las ventajas de esta receta es que para no cansarnos, podemos cambiar el relleno, como por ejemplo rellenarlas de una boloñesa espesa de soja, taquitos de jamón serrano y queso, pollo o cualquier otro relleno que se nos ocurra.
Ingredientes:
- 1 berenjena
- 1/2 cebolla
- 1/2 zanahoria
- 1/2 calabacín
- Un trozo pequeño de pimiento rojo o verde
- 1 cucharada de aceite de Ajojil
- 2 cucharadas de salsa de tomate casera
- queso rallado tipo Mozarella
- 1 huevo batido para pincelar las obleas
- 1 paquete de obleas congeladas
- sésamo para decorar
- sal yodada
Preparación:
Lo primero que debemos hacer es descongelar el día anterior las obleas en la nevera y sacarlas a temperatura ambiente una media hora antes de utilizarlas.
Vamos a cocinar al vapor la berenjena, cortada previamente en rodajas de 1cm de grosor aproximadamente.
Mientras, vamos a picar muy pequeñitas las verduras restantes y vamos a rehogarlas con el aceite de Ajojil y un poquito de sal, hasta que estén blanditas.
Cuando las verduras estén bien cocinadas, añadimos la salsa de tomate y la berenjena cocinada al vapor y cortada en dados. Rectificar de sal si fuera necesario y rellenar las obleas con este relleno y con un poquito del queso rallado, sellando la abertura con ayuda de un tenedor. Seguidamente disponerlas sobre la bandeja del horno protegida con papel vegetal y pincelarlas con el huevo batido. Decorar con el sésamo y al horno con una temperatura de 180 grados durante 10-15 minutos aproximadamente (dependiendo del horno).
Cuando estén doradas como las de la fotografía estarán listas para saborear. Pero cuidado! Ya sé que dan ganas de probarlas inmediatamente, pero el relleno estará muy caliente, así que tengamos un poco de paciencia por el bien de nuestra lengua!
Que disfrutéis de su crujiente textura.