¿empezamos a debatir? vi congreso estatal de educación social.

Publicado el 24 enero 2012 por Quique


Alaska, 24 de enero de 2011,Los próximos 3, 4 y 5 de mayo se celebra en Valencia el VI CONGRESO ESTATAL DE EDUCACIÓN SOCIAL. Un momento importante para los educadores de todo el país. El Congreso gravitará en torno a los cuatro ejes que enumero a continuación. Para empezar a calentar motores, y porque creo que un Congreso es lo que se hace durante, pero también lo que se hace antes y después, propongo debatir sobre esos tres ejes. Lo hago de una forma un poco, ummm, digamos que poco ortodoxa. Hace exactamente un año proponía en este blog las 10 ASIGNATURAS PENDIENTES DE LA EDUCACIÓN SOCIAL (parte uno y dos). Lo que he hecho es intentar encajar esas 10 propuestas en cada eje. Reconozco que el resultado es desigual y que alguna de las propuestas encaja por los pelos en "sus ejes", pero la idea es abrir el fuego y empezar a debatir. Ya sé que está feo citarse a uno mismo. Pero bueno, en esta época de remezclas y procomunes supongo que se me perdonará que me robe yo mismo las ideas.He dejado las propuestas tal cual, aunque ahora, un año después, cambiaría algunas cosas. También añadiría alguna otra, como por ejemplo la necesidad de hace proyectos con una visión más amplia de la educación social (cultura, comunicación, tecnología) o la utilización del método científico como filosofía de la intervención.. Pero eso lo dejo para el debate.¡Abran fuego! 
*(en azul los ejes propuestos por el Congreso, en negro mis asignaturas pendientes)1º eje:  Formación Inicial y Permanente para los educadores/as de un nuevo siglo.Potenciar el diálogo entre la universidad y los profesionales. La universidad pare educadores sociales y los echa al mercado. Luego  se olvida de ellos. No suele llamarlos para que le expliquen cómo va la cosa ahí fuera, cómo han enriquecido su formación, qué lagunas formativas han tenido, cómo mejorarían el plan de estudios, que cosas saben que la universidad no sabe, que tal eso de la experiencia. ¿Pa qué? si el saber lo administran ellos. Por eso la distancia entre lo que cuentan y lo que se encuentran los chavales en el campo de juego va aumentando considerablemente.Llegó un momento, no me pregunten cuando, en que universidad y técnicos empezaron a mirarse por encima del hombro.2º eje: Método y herramientas de investigación e intervención en Educación Social.Incorporar las ciencias naturales“Algún día la ciencia natural se incorporará a la ciencia del hombre, del mismo modo que la ciencia del hombre se incorporará a la ciencia natural. Habrá una sola ciencia.” Lo decía Karl Marx. Después dijo algo parecido el gran Carl Sagan, en Cosmos. Pero nosotros como si llueve. Algo pasa con nuestro secular desprecio a las ciencias naturales. Seguir manteniendo que la genética o la neurociencia, por ejemplo, no tienen nada que ver con la educación es seguir obstinados en una estupidez. Nos están dando pistas para entender al hombre y nosotros miramos para otro lado. Tampoco importa mucho, la naturaleza va a seguir su curso, con o sin educación social. Yo preferiría que lo hiciese con educación.Es verdad que la ciencia es un poco indigesta y que nosotros somos de letras. Pero ya no hay excusas, existen excelentes blogs divulgativos, como este,  que entiendo hasta yo.3 eje: Experiencias de futuro. Nuevos campos y líneas de ruptura en la Educación Social. Un discurso de época. Paulo Freire, para algunos padre de la educación social y todavía referente, tendría hoy un perfil en twitter y facebook. Y diría cosas distintas a las que decía en su tiempo. Nos llenamos la boca de conceptos como agentes de cambio social o transformación pero somos una de las profesiones dedicadas a la educación a la que menos está influyendo la irrupción de las redes sociales y el web 2.0.  Personalmente es una opción. Profesionalmente un suicidio. Mejorar el diálogo entre trabajadores y educadores sociales. Somos primos hermanos. Basta ya de tanta tontería. Tenemos que desterrar para siempre debates prehistóricos y sumar esfuerzos. No estaría mal comenzar por dejar atrás, para siempre, los discursos victimistas (ya saben: no nos escuchan, no nos hacen caso, las escuelas o los médicos siempre nos dicen lo que, etc) y empezar a construir un discurso profesional potente. No vamos tan sobrados como para ir desperdiciando energías y cerebros. Que no se escandalice nadie,  no vamos a perder identidad por juntarnos con el vecino. Hablando se aprende la gente. Tenemos problemas comunes, empezando por el exceso del trabajo de gestión y la burocracia, y retos importantes para mejorar la atención a los ciudadanos. A ras de suelo ya se está haciendo, pero en altas instancias aún se pelean por un quítame allá esas prebendas en aquella ley.Pongámonos a trabajar. Juntos. Armonizar el campo profesional. Integradores sociales, animadores socioculturales, monitores, educadores sociales, trabajadores sociales, pedagogos, psicopegadogos. Es lo que pasa por no preguntar. Se ofertan títulos profesionales sin tener en cuenta si el mercado laboral los ha pedido antes y sin un diseño claro de lo que harán. Después  la precariedad laboral, el intrusismo o el corporativismo serán, a lo sumo,  material de estudio. ¡A ellos que los registren!. Suerte que hay muchos profesionales que a pesar de las dificultades están dispuestos a entenderse, aunque sea complicado y aunque les vaya el pan. O por eso mismo. Los que han creado el galimatías deberían sumarse a desenredarlo. Existir en los medios de comunicación. Estamos mucho mejor que hace años, es cierto. Cuando algo grave pasa y hay menores por medio, algún periodista nos pregunta. Está bien que así sea. Trabajamos con el conflicto, es natural que nos pregunten cuando explota. Pero, como conocedores del tema, tenemos algo que decir antes del humo. Sobre el conflicto y sobre muchos otros temas relacionados con la educación, la sociedad o la cultura. ¿Porqué la televisión o la prensa echa mano de psicólogos, pedagogos o maestros para opinar sobre temas que nos competen? No sé por su parte. Por la nuestra, quizás va siendo hora de ofrecer otra mejilla que la de apagafuegos.Investigar y escribir. Muchos manuales sobre educación social están escritos por alguien que, en el mejor de los casos, trabajó de  esto una vez, luego se dedicó a la gestión o le dieron una cátedra, lugares mejor situados para publicar, y escribió. Como ya casi no recordaba sus comienzos o sus comienzos estaban demasiado anticuados, tiró de vacas sagradas. Refritos. Prosa vacía e inaplicable. No los culpo. Desde siempre los educadores sociales se han dedicado a tirar por la basura del olvido infinidad de experiencias interesantes. Somos un poco vagos en registrar nuestro trabajo, así que lo que no escribimos nosotros siempre lo hace otro. Fruto de esto es la incapacidad demostrada para crear un lenguaje propio, un discurso profesional que no sea  la jerga abominable que ocupan hoy muchos de nuestros informes.Hay un montón de experiencias, técnicas, prácticas exitosas que podrían compartirse. Hay un libro sobre casuística de los educadores sociales que espera  ser escrito.  Hay equipos de educadores, trabajadores sociales, psicólogos y pedagogos en activo que si se juntasen y sistematizasen sus datos, más allá del caso concreto, crearían un material de un valor de uso incalculable.4º eje: Políticas públicas en la Educación Social como derecho y construcción de la ciudadanía. Responder a la pregunta ¿qué hace un educador?. No es que la respuesta no  esté ya escrita. El problema es que cualquier definición que no se lleva a cabo se convierte en un listado de buenas intenciones. Los trabajadores sociales de este siglo, ahogados en una demanda asistencial y de gestión brutal, buscan recuperar como pueden el espacio de trabajo social perdido. Nosotros pudimos hacerlo, lo tuvimos en nuestra mano: un trabajo específico basado en la pedagogía. Pero, en lugar de eso, nos convertimos en los grandes derivadores del sistema. Hubo una época en que el educador, a sus ojos y al de los demás, se convirtió en un profesional subsidiario del psicólogo, del pedagogo, del médico o del maestro. Repartía trabajo, temeroso  de quedarse el que verdaderamente le competía. Es una obligación saber derivar y gestionar bien. Casi un arte. El problema no es ese. El problema es que entre la derivación y la gestión se nos vaya la educación.  Mejorar los sueldos de los educadores sociales. Es algo de lo que no se habla en las jornadas ni en los congresos. Queda mal. No porque no sea el lugar, ¡quita!, es por el tema: dinero y educación. Mmm, feo, no pega, con lo buenos que somos los educas, que trabajamos a precio de saldo vocacional, pse!.  Pero es fundamental. Sí, es cierto, vivimos en una economía de mercado, pero es que yo defiendo que valemos mucho más. Está bien que la sociedad se rasgue las vestiduras cuando la atención a los menores no funciona adecuadamente, pero también está bien que  sepa a cuanto va la hora de atención.Trabajamos con material sensible, no debería ocuparse de ello ningún mileurista.***Volvemos con el ALASKA 2099 el viernes 3 de febrero en la sala Almazen.  #teatrohttp://factorialossanchez.blogspot.com