Un cómic, ese formato de lectura basado en dibujos encastados en viñetas donde uno o varios personajes imprimen acciones y desarrollan una aventura fue en su día trasportado al formato digital. Quizás de la forma más desconocida SEGA – esa compañía creadora de Erizos Azules – lanzó al mercado un Beat’em up que maravilló a los pocos que en aquel entonces se dejaron llevar por ese rockero desenfadado que aparecía en la portada.
Una vida, sólo una. Así de simple, juegas y si muere se acaba. Perfecta concepción de un superhéroe que debe afrontar su destino, sin tener otra posibilidad que la victoria o la derrota. Una barra de vida, una simple barra verde que al ser consumida da por concluida la historia. Algo muy a tener en cuenta ya que condiciona la forma de acometer cada situación. Y es que ir poco a poco y pensar muy bien cual será la siguiente acción a realizar es uno de los puntos claves de este título.
Viñeta tras viñeta se nos
¿Un beat’em up con puzzles? Sí, aunque no crean que son rompecabezas al uso, sino de aquellos de situación. Una rata es capaz de condicionar una simple solución, un lanzamiento acertado de un objeto al vacío puede evitar sufrir puntos de daño innecesarios. Y es que cualquier ahorro de vida puede ser crucial para encarar la siguiente viñeta.
Y aunque siendo un título que cuenta con tan solo tres fases, si han oído bien, son lo suficientemente profundas y bien plateadas como para llenar de horas nuestro tiempo. Además se debe recordar que en cada una de las fases tendremos diferentes camino, dando la posibilidad del condicional humano que nos repicará en nuestra cabeza ¿que había en el otro lado? Comix Zone un planteamiento rompedor en el año 1995 cuando los bits se podían contar.
- SEGA, 27 de Setiembre 1995, Megadrive