Resignación. No obstante, tuve ganas de romper con todo, con la distancia física entre ambos tristemente impuesta por la vida. Pero me quedé quieto, como una mariposa condenada a aletear sin vacilaciones entre todas las miserias humanas. Para cuando me di cuenta, ella, la mujer a la que di mi mundo de sueños y esos besos que no equivocan, ya estaba lejísimos. Ayer comprendí que el amor tiene el poder de curar... Ayer comprendí que el amor tiene el poder de destruir. Todo ello ocurrió mientras los transeúntes iban y venían, ajenos a mi figura solitaria y a esa ola de amor perdido que inundó con su nostalgia y su pasión prohibida aquella estación de tren. Para todos los que ha vivido un amor imposible... y han sobrevivido a ello.
En aquella estación
Publicado el 14 diciembre 2011 por EstherResignación. No obstante, tuve ganas de romper con todo, con la distancia física entre ambos tristemente impuesta por la vida. Pero me quedé quieto, como una mariposa condenada a aletear sin vacilaciones entre todas las miserias humanas. Para cuando me di cuenta, ella, la mujer a la que di mi mundo de sueños y esos besos que no equivocan, ya estaba lejísimos. Ayer comprendí que el amor tiene el poder de curar... Ayer comprendí que el amor tiene el poder de destruir. Todo ello ocurrió mientras los transeúntes iban y venían, ajenos a mi figura solitaria y a esa ola de amor perdido que inundó con su nostalgia y su pasión prohibida aquella estación de tren. Para todos los que ha vivido un amor imposible... y han sobrevivido a ello.