tu nombre con caligrafía irregular
haciéndose dueño de la hoja blanca y pequeña.
Me gusta sorprenderme embobada ante unos ojos y una sonrisa lineal
sin adornos, simple, sencilla.
Me gusta que te cueles en lo que pretendo íntimo.
He vuelto a tropezar con un tobogán muy subjetivo
de esos que parecen otra cosa,
otra vez me golpeo con unas letras que te identifican como invasora
Me gustas de la P a la A
me entusiasmas de la J en adelante.
Unas pegatinas de dibujos adornan el reverso de la portada de esta libreta
y me recuerdan que yo soy como soy, porque tú eres como eres.